La campaña por las elecciones presidenciales de Colombia para 2022 ya están calentando motores, así lo dejan ver las alianzas que se han tejido en los últimos días entre la derecha, centro e izquierda.
Entre los candidatos hay tres de ellos de la región Caribe, dos en la Coalición de la Experiencia y uno en el Pacto Histórico.
Pero un hecho muy importante ha llamado la atención de muchos: la falta de exposición de las propuestas de el exalcalde de Barranquilla Alejandro Char Chaljub.
Y no es mentira, en comparación con sus coterráneos David Barguil, del partido Conservador, que busca que “el sistema financiero sea más amigable con los colombianos y que haya mayor cantidad de bancos, para una competencia más sana y no una rosca, como en la actualidad”.
Mientras que Gustavo Petro tiene entre sus planteamientos la recuperación del campo colombiano en su lucha por no seguir dándole la espalda al campesinado.
Pero… ¿y las propuestas de Char? Al cierre de esta columna, no encontramos una propuesta estructurada que pudiéramos citar en este artículo.
Considerado por muchos como el ‘intocable’, Char Chaljub tiene varias interrogantes que responder a la opinión pública y al país por respeto al electorado nacional.
Entre ellos está la aprobación de los estudios de movilidad de 340.000 usuarios de Transmetro, que el sistema nunca movilizó porque fueron mal diseñados y que llevó a Transmetro a una crisis devastadora, como lo repeló José Picón, gerente de Sistur, en una entrevista con Radio Caribe Plus, en medio del cese de actividades de los operadores por la falta de recursos durante este año 2021.
Asimismo está lo relacionado con la denuncia interpuesta en 2017 por el abogado y ganadero Luis Enrique Guzmán Chams, quien señala a Char Chaljub de un presunto soborno o coima con el propósito de quedarse con un contrato para la construcción del megatanque de agua potable de Siete de Abril para la zona suroccidental de Barranquilla y que hoy aún no funciona.
Seremos críticos de esa candidatura porque no concebimos la política como un elemento en el que muchos se quieren perpetuar sin soltar el erario y dar paso a las nuevas generaciones de la política.