No podemos pensarnos una paz completa solo con la salida negociada del conflicto armado con las FARC, necesariamente se debe incluir al ELN, pues la paz no se hace a medias, con un grupo sí y con el otro no, y lo mismos sucede con el apoyo a los dos procesos de paz, la sociedad civil, la clase política y los medios de comunicación no pueden ser elitistas y selectivos, de apoyar el proceso de paz con las FARC y no apoyar el del ELN.
El conflicto armado es solo uno, y este comprende tanto al Estado, como a las FARC y al ELN, por ello la sociedad civil, la iglesia católica, los medios de comunicación, la clase política y la comunidad internacional, deben colocar sus esfuerzos en apoyar la salida negociada del conflicto armado, pues al acabarse el conflicto, Colombia tendrá más desarrollo, menos desigualdad y más oportunidades para que las comunidades en las regiones golpeadas por el conflicto, puedan sentir alivio por el cese al fuego bilateral, que si bien por ahora es temporal (comprende 102 días, desde el 1 de octubre), como sociedad civil debemos presionar y exigir para que sea un cese al fuego bilateral definitivo, pues debemos impedir que sigan muriendo personas por culpa del conflicto armado.
La decisión acordada entre la delegación del Gobierno y ELN, finalizando el ciclo tercero de conversaciones; sobre el cese al fuego bilateral, se da en el marco de la visita del Papa Francisco a Colombia y de la trigésima edición de la Semana Por La Paz, dos eventos que generan un ambiente favorable para los procesos de paz, tanto con las FARC como con el ELN, a pesar de que a la clase política opositora a los procesos de paz, en cabeza del uribismo no le guste.
Para entender lo que implica el cese bilateral al fuego consulté al experto en conflicto, el profesor Víctor De Currea, quien explica que: “Cese de hostilidades es un nombre jurídicamente incorrecto, porque hostilidades es lo que se hace entre actores de la guerra, pero desafortunadamente en Colombia cese de hostilidades quiere decir: cese de ataques a la población civil”.
Sobre lo que implica el cese bilateral el profesor De Currea plantea que: “la idea del cese temporal bilateral implica que durante este tiempo de manera temporal no habrán agresiones entre el gobierno y el ELN, y se plantean unas medidas de alivio a la población civil, esas medidas de alivio están por definirse y las debe definir la mesa técnica en las próximas semanas”.
Este proceso de paz entre el Gobierno y ELN ha tenido diversas dificultades, por las mismas situaciones e implicaciones del conflicto armado, como lo fue la liberación del parapolítico Odín Sánchez, la cual hasta que no se llevó a cabo, el Gobierno no inició la instalación de la mesa en Quito.
Recordemos que la mesa en Quito se instaló e inició el pasado 7 de febrero del 2017, y su instalación fue conducida por funcionarios del Gobierno Ecuatoriano, y que las delegaciones del Gobierno y ELN no estuvieron solas, pues desde Colombia viajaron varios líderes sociales, organizaciones y sectores políticos afines a la paz completa.
Los puntos de la agenda que se discute en Quito son: “1) Participación de la sociedad en la construcción de la paz, 2) Democracia para la paz, 3) Transformaciones para la paz, 4) Víctimas, 5) Fin del conflicto armado y por último 6) Implementación”. (Tomado de http://www.elespectador.com/noticias/paz/esta-agenda-negociaran-el-gobierno-y-el-eln-articulo-659672)
La metodología de los diálogos se da por medio de ciclos y cada uno tiene un periodo de 45 días, cada delegación de los negociadores se compone de 30 personas, sin embargo a las reuniones solo asisten 10 delegados por cada equipo negociador.
El ambiente existente de la sociedad civil, los medios de comunicación masivos y la clase política colombiana hacia el proceso de paz entre el Gobierno y ELN, por el momento no es el mejor, hay una percepción negativa y una saturación en la opinión pública de la palabra paz.
A lo anterior, se suman las elecciones del 2018, las cuales serán determinantes para la continuidad de los procesos de paz con las FARC y el ELN, generando presiones y tensiones, de los avances o no, que pueda dar la mesa en Quito, en el tiempo que queda antes del inicio de las campañas políticas.
Es importante que los colombianos apoyemos la paz completa, el proceso de paz con el ELN, ya que nuestro país vive un momento histórico, con la posibilidad de darle solución negociada al conflicto armado con las dos guerrillas, pues anteriormente se había intentado, pero siempre las negociaciones con las FARC y ELN se dañaban, sin embargo, ya se firmaron los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC, que recientemente lanzó su partido político, gracias a lo firmado en los acuerdos de paz, dejar la vía armada, para pasar a la vía política y democrática, a algunos les puede gustar o no, pero es un logro del proceso de paz.
Los elementos para alcanzar la paz completa y la paz con justicia social van más allá de darle solución al conflicto armado con las FARC y el ELN, pues el paramilitarismo sigue silenciando vidas en las regiones, y los líderes sociales semanalmente son amenazados y asesinados, mientras el Estado no reacciona, solo se queda en ruedas de prensa, y discursos, que no salvan a los líderes sociales ni activistas de paz de la muerte.
La paz con justicia social es votar bien, tener cultura política y saber que políticos legislan para sus microempresas familiares y círculos sociales, y cuáles realmente sí legislan y gobiernan para el pueblo, para la gente.
Los proyectos políticos alternativos deben recoger y tener propuestas de políticas públicas contundentes que mejoren el mínimo vital de los sectores sociales que conforman nuestro país, se deben derrotar en las urnas a los dinosaurios, delfines y caudillos políticos, que lo único que le dan al pueblo es pan y circo, mientras roban y acumulan para sus familias y amigos. Adicional a lo anterior, para que los colombianos generen conciencia, se necesita una regulación de los medios de comunicación masivos, y una democratización, medios como Caracol o RCN, dan la línea, y esta la mayoría de veces, por no decir siempre, va en beneficio de los intereses políticos y económicos de los poderosos, mientras generan división y polarización en la opinión pública, sin hablar de la manipulación de las noticias y la información.
Para la paz completa y la paz con justicia social se necesita una red que empieza por la solidaridad de los medios de comunicación alternativos, comunitarios y regionales, entre sí, con los procesos de paz en curso, con las reivindicaciones sociales, las denuncias y las propuestas de política pública de las comunidades, como el apoyo de los movimientos y organizaciones sociales a los procesos de paz, así como una construcción de políticas públicas en beneficio de la paz, pero no de la paz entendida solamente como la salida negociada del conflicto armado con las FARC y el ELN, sino la paz del mínimo vital para la gente, la paz que le garantice la tranquilidad económica, de salud, de educación y de trabajo al ciudadano de a pie, esa paz que por el momento se nos escapa debido a los políticos corruptos, descarados y cínicos que nos gobiernan.
Por último, es tarea de las partes negociadoras en Quito cumplir lo pactado, tomar buenas decisiones para garantizar la paz, y para que la sociedad civil crea y le apueste al proceso de paz con el ELN. La sociedad civil debe organizarse como en el proceso de paz con las FARC, no deben haber recelos ni diferencias, pues la paz es un derecho constitucional y de obligatorio cumplimiento, como se expresa en el artículo 22 de la Constitución Política. Los medios de comunicación deben informar y construir material en favor de los procesos de paz no en contra de ellos.