Francia Márquez es una mujer aguerrida, con un importante historial en las luchas sociales del norte del departamento del Cauca, donde habitan las comunidades negras. Su lucha estuvo enfocada en erradicar la minería ilegal y en la defensa de las fuentes hídricas, por eso fue reconocida con el premio Goldman, que es como un Premio Nobel en medioambiente.
La hemos visto en los debates del Pacto Histórico, y se defiende muy bien, argumenta sus respuestas con mucha propiedad. La invitan a cualquier cantidad de entrevistas y foros. Es un importante referente del país en el exterior, es la imagen positiva de Colombia, en medio de tanta incertidumbre que hemos tenido que vivir con el actual gobierno.
Escuchar a Francia en algún debate es descubrir la propiedad con que lo hace; su argumentación se apoya en fundamentos legales, pues es una abogada brillante. Pero sus argumentos también provienen de su bagaje de acciones en defensa de los recursos naturales.
Pero su lucha más fuerte se enfoca en hacer valer los derechos humanos, su dignidad como mujer y como perteneciente a una comunidad étnica que ha sufrido todo tipo de atropellos a su dignidad con el proceso de la Conquista y la Colonia, donde los negros fueron esclavizados y sometidos a la servidumbre.
En el momento ha emprendido una lucha para hacerse valer como como líder capaz de gobernar un país. Algunos dicen qué nos puede ofrecer Francia Márquez, porque solo creemos en la lucha de géneros; seguimos pensado en rivalidades entre hombres y mujeres. La visión del ciudadano de base es ver a la mujer en condiciones de inferioridad o, como se la consideraba antes, menor de edad. Es esta condición la que no nos ha permitido avanzar en equidad.
Francia viene haciendo valer sus derechos con argumentos históricos y de orden legal, pero ahora que está participando de esta contienda política con aspiraciones presidenciales, manifiesta de manera muy contundente que en la coalición de la que hace parte (el Pacto Histórico) se estableció el compromiso de garantizar la fórmula vicepresidencial a quien obtenga la segunda votación. Su desazón ha sido evidente porque en esta coalición se viene desconociendo tal acuerdo.
En el debate presentado por Caracol Televisión a la pregunta que les hacen a los cinco precandidatos si están de acuerdo que el segundo en votación sea la fórmula vicepresidencial; cuatro de ellos responden que sí, pero Gustavo Petro se abstiene. Esto deja un mal sabor porque, al parecer, quien secundaría a Petro sería quien proponga el Partido Liberal.
Por su parte, el presidente del Partido Liberal, César Gaviria Trujillo, ya le hizo el guiño a Petro en señal de respaldo. En medio de los sondeos realizados recientemente, manifestó que no le disgusta la candidatura de Petro. Es decir, tenemos que asumir las cosas con mucha prudencia. La estrategia que plantea Petro no tiene la lógica de los votantes, pero es posible que resultado de los compromisos de alianzas y sondeos de esta manera se logre mayor votación.
Así lo demostró el nuevo presidente de Chile, el social demócrata Gabriel Boric: se alió con sectores tradicionales para alcanzar la Presidencia, de lo contrario no lo lograba. Recordemos que Boric proviene de los sectores populares y participó de las barricadas durante su tránsito por la universidad, actuaciones que le valieron forjarse como líder.
Pero el reclamo que hace Francia Márquez es justo y merece esa oportunidad. Consideramos que, por equidad de género, por inclusión y por liderazgo, merece todo el respaldo del pueblo colombiano. Francia debe ser fórmula vicepresidencial de Petro.
