El periodista radicado en Miami Edgar Hozzman, quien fue tratado de Paloyero por César Augusto Londoño le respondió, furioso, en esta diatriba contra el director del Pulso del Fútbol:
El señor Cesar Augusto Londoño, un supuesto periodista integral, ético, no refuta con argumentos ni respeta a quienes le contradicen o critican, con razonamientos sustentables, sino con improperios, difamando e irrespetando, como usted lo hizo con mi honra y mi buen nombre, el pasado 17 de julio, abusando del medio de comunicación donde trabaja.

Lo suyo es ya costumbre, mucha gente ha sido víctima de su vocabulario calumnioso y venenoso. No olvide, por ejemplo, que por injuriar y denigrar de René Higuita, él “lo castigó en público”. Usted es un mal ejemplo de la gente del medio; su chabacanería, sus salidas en falso, plenas de mediocridad, de malas maneras, de chistes de doble sentido y mal gusto, y carente de argumentos, han hecho carrera. Su característica morbosidad con la que irrespeta a personas dignas de admiración, se ha repetido una y otra vez. Tal vez el ejemplo más desconcertante fue el indigno tratamiento que usted le dio a nuestra gran campeona Catherine Ibargüen, cuando de amanera ruin, le hizo preguntas chocantes y morbosas, lo que en su momento fue calificado como, “una actitud propia de un viejo verde”.
Yo he criticado en Pantalla y Dial, sus fallas profesionales, y las de producción en el “Pulso del futbol”, espacio que fuera número uno durante 16 años, cuando lo conducían, “Peláez & Mejía”: época exitosa fruto del profesionalismo, y de la cálida moderación de Hernán Peláez.
Antes de conocerse los resultados del ECAR 2 2020, usted aseguraba que, “El pulso del futbol”, era el programa deportivo más escuchado en la franja de 1 a 2 p.m., cuando en realidad no se emite ningún otro espacio deportivo. No se necesita entrar a evaluar eso, lo dicho el 13 de mayo de 2020, por su excompañero Iván Mejía, en entrevista que le concedió a Colmundo Radio, es contundente, y avala mis críticas. El dijo: “El pulso ha perdido casi la mitad de los oyentes. Me da tristeza que lo que labramos Peláez y yo durante 16 años, se haya caído de esa manera. Me da pena ¡Me da vergüenza“.
Usted, dilapida el arrastre que le deja el noticiero del medio día, porque la audiencia de esa hora, le huye. Usted pierde más de 17.000 oyentes frente con Ricardo Ospina, que conduce el informativo Meridiano Blu.
Usted, fue siempre un comentarista de apoyo, no un periodista con proyección. Cuando lo contrato Todelar como Director de Deportes, usted “no dio la talla”, pasó por allí con más pena que gloria, de nada le sirvió la huella de sus maestros: Esteban Jaramillo y Oscar Restrepo Pérez, quienes hicieron historia en su paso por el Circuito Todelar. Cesar, usted tuvo que regresar en segundo plano a Caracol.
A sus 67 años, ya es hora de que le de paso a las nuevas promociones de comunicadores, y de verdaderos periodistas. Usted no está a la altura de Antonio Casales, de Nicolás Samper, de Guillermo Arango, de Diego Rueda, y mucho menos de Martin de Francisco, quien se ha convertido en una sensación al lado de su maestro, Hernán Peláez, un señor periodista, como lo es, Javier Hernández Bonnet.
En noviembre de 2018, cuando salió Iván, El pulso tenía 485 mil oyentes. En el último Ecar, con usted tuvo 320 mil, o sea que usted le ha restado, nada más ni nada menos que 150 mil radioescuchas. ¡Decepcionante!
Está solo en la franja, y en la época de mayor número de colombianos radioescuchas “cautivos”, en razón del confinamiento obligatorio por la pandemia. En contraste, El Varb, compite con Blu, RCN. Tiene 250 mil. Lo único cierto es que el programa es MALÍSIMO!!