ESCUCHÉ CON ATENCIÓN TODA LA ENTREVISTA que el presidente Petro le concedió a un medio que si no lo ama, tampoco lo defiende pero al menos no lo ataca de manera inmisericorde: la revista Cambio. No sé nota en ella la insidia con que otros medios juegan.
Esta revista, que aun conserva un poco la necesaria objetividad, reapareció hace un par de años. Digo "reapareció" porque décadas atrás existió y uno de sus socios era nuestro Premio Nobel Gabriel García Márquez. Cambio fue la publicación que precedió a la gran revista Alternativa ícono del periodismo, que en aquellas calendas, nos sedujo a las juventudes Universitarias de los años 70's.
Este nuevo proyecto renació a raíz del despido masivo de la Revista Semana de grandes columnistas como Daniel Coronell María Jimena Dussan, Daniel Samper Pizano y otros excelentes creadores de opinión. En respuesta a lo anterior los mencionados periodistas fundaron Los Danieles "Columnas Sin Techo". Hoy Los Danieles, gozan de un gran éxito y una robusta audiencia.
Es larga la lista de buenos escritores que otrora tenía la revista Semana, antes de convertirse en el ileible andacorredile que hoy es. ¡Que pena!.
Pero regresemos al tema de la entrevista.
A Petro se le notó algo tenso, constantemente cruza los brazos, con rigidez y de manera nerviosa y con mucha frecuencia se masajea la barbilla. Se aferra a la silla y pausado contesta. Daniel Coronel y el joven periodista Federico Gómez Lara, le preguntaron sobre lo divino y lo humano, donde él, con gran solvencia desvirtuó una serie de narrativas que se han tejido sobre su salud,
A falta de peso, en los argumentos que necesariamente debe tener una oposición creíble y reflexiva, en esta tesitura ha surgido el tema de la salud, que de manera obsesiva se da, como nunca antes se había dado con otros presidentes; esos si, con suficientes méritos para indagar sobre dicho pedido.
En su momento histórico, hubiese sido prudente indagar sobre el estado de salud mental de quienes han agenciado deliberadamente la violencia, la desigualdad, el paramilitarismo y genocidios como los Falsos positivos. ¿A esos si no se les pide examen?. ¡Muy cuerdos ¿no?!
En muchos periodos de nuestra historía hemos sido gobernados por presidentes enfermos tanto así que uno de ellos, Francisco Javier Zuldúa murió en 1882 en pleno ejercicio de la presidencia y Manuel Antonio Sanclemente en 1899 por motivos de salud abdicó a favor de su vicepresidente José Manuel Marroquín, que por estar entretenidos en peleas entre Conservadores Históricos y Conservadores Nacionalistas perdimos Panamá. Allí fue cuando Marroquín, humanista y escritor, pronunció la tristemente célebre salida: "de que se quejan si me entregaron un país y yo estoy entregando dos". ¡Bastante cuerdo!.
Laureano Elucterio Gómez Castro después de haber ganado la presidencia en 1950 donde ganó solo, pues no tuvo contrincantes, al poco tiempo y por motivos de salud, cedió la presidencia a favor de Roberto Urdaneta.
A Guillermo León Valencia dicen le gustaba "La Cocha" y es muy recordado por aquel episodio, donde Don Guillermo León le rompió la cámara a un reportero paparazzi, que intentó fotografiarlo a la salida de un burdel.
Otros dicen que fue a la salida en la madrugada de la Casa Lleras. Eso por mencionar solo unos casos aislados, pero la historía registra infinidad de situaciones fácticas y anecdóticas.
En la entrevista el presidente Gustavo Petro despeja las dudas que son parte de las narrativas respecto a su salud, pero cabe la posibilidad de que un presidente se enferme en ejercicio y Petro no va a ser la excepción. Un presidente tiene derecho a enfermarse y ojalá no sea, este caso, una inoculada enfermedad de parte del programado Golpe Blando, que indeclinablemente sigue su marcha.
Pero para tristeza y pena de los enemigos del cambio, que ardorosamente desean que el presidente enferme, lamento comunicarles que hasta el momento no se les cumple sus no soterrados deseos, si no, sus claras y evidentes ganas que el presidente se inhabilite. ¡Qué pena!. Lo siento por ellos que "tanto aman a Colombia".
La entrevista versó sobre muchos temas de la realidad política Nacional, versó sobre logros que los sesgados medios de comunicación no mencionan y que con gran falla, el mismo gobierno del cambio, no se empeña en reivindicar y la llamada oposición se niega en aceptar. Tanto "amor por Colombia" dicen tener, pero desean fervientemente que el presidente enferme y que a su gobierno le vaya mal.
Jamás preguntan lo saludable que se encuentra el dólar, no se preguntan la enérgica disminución de la tasa de desempleo, el crecimiento de la inversión y las relaciones internacionales que gozan de buena salud. Solo desean como gran programa de oposición que el presidente caiga en cama. Es la misma Concepción Fascista de eliminar al contrario pero por la vía blanda.
Ahora bien: la proterva narrativa de las adicciones, no contempla otras adicciones no menos graves: la adicción a la corrupción que lo que toca lo destruye y que tradicionalmente ha sido aupada por los que hoy piden el examen médico. Esa adicción que nos carcome y ayuda a profundizar en la desigualdad. La adicción a la sangre que aventajados alumnos del Conde Drácula, les encanta y que ojalá, corran los ríos de sangre por todo el país, para luego salir a vender seguridad. ¡Adictos a la sangre!.
¿Petro someterse a un examen? Aunque es la primera autoridad administrativa en un sistema presidencialista, es solo el jefe de uno de los tres poderes públicos.
En ese orden para guardar la cordura, la equidad, el principio de igualdad y la congruencia el tal examen, debería extenderse a todas las demás ramas del poder público y a los organismos de control llámese Procuraduría, Fiscalía y Contraloría.
¡Bastantes sorpresitas nos llevaríamos!