Periodismo prepago es aquel que se pone al servicio de una de las fuentes de un hecho noticioso; generalmente de parte de las fuentes oficiales. Por tanto, un periodista prepago es aquel que defiende a los poderes en lugar de cuestionarlos. Es un periodismo que favorece a una de las caras del acontecimiento, mientras invisibiliza otras.
Sensacionalista es aquel periodismo que espectaculariza hechos y personajes para causar sensaciones de gracia y miedo, según se proponga, a través de la vulgarización o la estigmatización.
Entre estos dos tipos de periodismo transita Mañanas Blu. Ambos ostentan excelentes mercados económicos.
Mañanas Blu suscitó críticas por la salida en 2013 de Laura Gil, expanelista, por aparente sexismo. También se generaron comentarios por un presunto tono macarthista del director Néstor Morales que silencia las ideas del panelista Aurelio Suárez, hombre de izquierda y excandidato a la Alcaldía de Bogotá por el Polo Democrático.
Pero quiero referirme a dos hechos que fueron tratados en Mañanas Blu, en los cuales se nota que en uno se anula a una de las fuentes, mientras en el otro se favorece a una de ellas. El primero concierne a la visita del Senador Iván Cepeda al municipio santandereano del Carmen de Chucurí, motivada por un homenaje que se le rendiría al cura guerrillero Camilo Torres, transmitido el día 15 de febrero 2016.
El otro tiene que ver con la presunta absolución que la Fiscalía General de la Nación efectuó a favor del Ministro de Hacienda, transmitido el día 16 de febrero 2016.
Respecto al homenaje, Mañanas Blu enmarcó el acontecimiento entre “apología o delito” tanto en la emisión radial como en la página web, sin tomar en cuenta otra de las tantas caras que revestían esta formalidad: la posibilidad de que el Senador Cepeda persuadiera a miembros del Eln para que cesaran el paro armado y se reunieran con el gobierno en la mesa de diálogo, como el mismo Cepeda manifestó que era su objetivo:
Desde este marco de interpretación del acontecimiento, Néstor Morales entrevista al Senador. Añade un tono suspicaz que denota un propósito de enmarcar este homenaje entre lo delictivo y lo apologético. No toma nota que Cepeda menciona que se evitó un enfrentamiento entre grupos de paramilitares que estaban en la zona para evitar la realización de ese homenaje y algunos guerrilleros que asistían al mismo. No pregunta si se logró o no persuadir al Eln de llegar a la mesa, si se reunieron o no, con quiénes se reunió Cepeda o si estaba autorizado para hacerlo… en fin muchas preguntas que tienen mayor relación con la agenda referida al conflicto armado.
Pues bien, no se abordaron estas preguntas porque el objetivo estaba dentro de la espectacularización que genera lo asociado al delito y al estigma de Cepeda, una de las fuentes involucradas, como guerrillero. Es decir, aparte de que se invisibiliza el discurso al Senador, se re-estigmatiza su imagen. Es periodismo sensacionalista.
El otro hecho que concierne al Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas sugiere lo contrario: se favorece su imagen. De acuerdo con la información de Mañanas Blu, la Fiscalía comunicó que no tiene investigación contra Cárdenas ni Juan Carlos Echeverry (presidente de Ecopetrol) por el caso de corrupción en la construcción de Reficar. Entre los panelistas debaten e interpretan el comunicado de la Fiscalía. Néstor Morales sugiere que en este comunicado se exonera al Ministro, pero se extraña por la prontitud con que el Ente Acusador toma esa determinación si apenas se está abriendo la investigación por Reficar. Es decir que da por hecho lo que él mismo supone: la exoneración de Cárdenas.
Con esta estrategia, el periodista guía el debate en torno a lo que no decía el comunicado y alaba al Ministro: recuerda que ganó el premio como mejor ministro de la región y que en los diez años que estuvo en la Junta Directiva de Ecopetrol, desde distintas posiciones, actuó con transparencia en las decisiones que esta Junta tomó sobre Reficar. No se llama al Ministro, ni se sugiere hacerlo. Se concluye el tema.
Ahora bien, ¿un periodista que cuestiona el poder no pondría en duda que Cárdenas, siendo miembro de la Junta Directiva de Ecopetrol durante diez años, no conocía nada de la corrupción que había en Reficar, el proyecto más grande de refinerías de petróleo que haya emprendido Ecopetrol en su historia? ¿Qué papel jugó entonces Cárdenas en esa junta si nunca decidió ni se informó sobre los informes de Reficar?
O también podría cuestionar a la Fiscalía: ¿para qué la Fiscalía emite un comunicado en el cual se menciona que no hay investigaciones contra el Ministro sobre este tema? ¿Será que una investigación contra el Ministro de Hacienda y el Presidente de Ecopetrol no afecta a esta empresa en el mercado internacional? ¿Será pues una razón de mercado que exige a la Fiscalía emitir ese comunicado?
Estas son algunas cuestiones que se podrían derivar ante la importancia de este anuncio de la Fiscalía. Sin embargo, Mañanas Blu priorizó la imagen del ministro a la indagación sobre este hecho de corrupción. Es decir que se puso del lado de una de sus fuentes. Periodismo prepago.
Estos dos casos advierten de un tratamiento inequitativo sobre dos representantes del Estado, uno elegido popularmente y otro a dedo; uno del poder legislativo y de izquierda, el otro del ejecutivo y conservador. Las causas que motivan estas consecuencias en el periodismo deben ser materia de debate no sólo académico, sino también público, pues a nadie más que al público, a la ciudadanía, afecta que los principales medios de comunicación del país tengan relaciones serviles con el poder ejecutivo y la derecha, incluidos los militares.
No quiero decir que no se cuestionen a los legisladores ni a los hombres de izquierda. También se les tiene que cuestionar, pero también se tienen que tener en cuenta los puntos que estos legisladores buscan poner en la agenda de los medios.