En Venezuela ha quedado patentado que cuando una camarilla comunista se toma el poder, es para siempre, sin importarle las desgracias y sufrimientos de la población, pues como decía el psicópata ruso de Lenin: “salvo el poder todo es ilusión”, por eso los países democráticos tienen que sancionar sin contemplaciones a la dictadura castrochavista, para que la cáfila del socialismo del siglo XXl sienta que la democracia y la libertad no se pueden ofender impunemente.
El fraude miserable que cometió la camarilla marxista leninista en Venezuela el domingo 30 de julio quedo absolutamente demostrado, con la denuncia de Smartmatic, empresa que desde el 2004 ha trabajado en la auditoria electoral de Venezuela, lo que dice con toda claridad el carácter criminal del régimen del vecino país, por ello no se puede confundir la autodeterminación de los pueblos con alcahuetear a una dictadura sanguinaria que comete delitos de lesa humanidad como es el crimen de genocidio en contra de la población, esta referencia la hacemos a propósito de unas declaraciones del exalcalde de Bogotá Gustavo Petro.
No estamos de acuerdo con algunos analistas que afirman que las sanciones drásticas no sirven para derribar regímenes oprobiosos, y ponen como ejemplo el caso de Cuba que tiene 56 años de embargo norteamericano, porque hay que recordar que esa nación es una isla en donde la locomoción de sus habitantes es limitada, mientras tanto Venezuela es un país que tiene fronteras terrestres con Brasil, Guyana y Colombia cuya extensión es de 2.219 kilómetro, siendo una frontera viva, por lo cual las sanciones a la cuadrilla marxista leninista del vecino país si tendrían efectos en contra de la opresión castrochavista, produciéndole una crisis imposible de soportar que lograría su defenestración.
Las sanciones ejemplarizantes en contra del gobierno venezolano que podría ejecutar la comunidad internacional a parte ya las anunciadas por la Casa Blanca, serían:
1) Que EE.UU. no le compre más petróleo a Venezuela.
2) Panamá debería de impedir el tránsito por su canal de los buques que lleven el crudo venezolano hacia los países de Asia principalmente para la China, sabiendo que el gobierno panameño fue uno de los primeros que condenó la elección amañada de la Asamblea Nacional Constituyente.
3) Que EUA embargue a CITGO que es una compañía de hidrocarburos venezolana en Norteamérica.
4) Expulsar en las diferentes naciones que han repudiado el gobierno de Maduro a los funcionarios de ese régimen.
5) Prohibir que cualquier empresario colombiano tenga negocios con miembros de la dictadura comunista venezolana.
6) Las empresas de las naciones que han repudiado las practicas de la dictadura se les debe prohibir tener negocios con Venezuela.
7) Expulsar de los países democráticos y libres al canal chavista de televisión Telesur.
Se podrían implementar otras medidas, pero con las expuestas aquí, se le demuestra la solidaridad al bravo pueblo venezolano.
La situación en Venezuela debe de ser en Colombia tema de la campaña electoral para el 2018, desde ya, y de una vez se tienen que señalar a los candidatos que han apoyado o respaldan a la tiranía castrochavista, especialmente en la llamada izquierda, para que los ciudadanos los identifique, porque nuestro país tiene un espejo en el vecino y seriamos muy idiotas si copiáramos la receta marxista leninista, también conocida como socialismo del siglo XXl o castrochavismo. Con la preocupación de que si se consolida en Venezuela la tiranía comunista totalitaria en 2 años habrá por lo menos 8 millones de refugiados venezolanos en Colombia.
El chavismo en su esquizofrenia burocrática habla de una supuesta intervención militar norteamericana, con la complicidad de la oposición y de Colombia, preparada desde las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, lo cual es una invención, pues si USA quisiera desestabilizar definitivamente a la camarilla de Maduro le dejaría de comprar los cerca de 750 mil barriles de petróleo que diariamente le adquiere, y que constituyen el 95% de las exportaciones reales de Venezuela, con ello prácticamente se vendría una hecatombe; por eso en la crisis del país andino hay que reafirmar que el marxismo leninismo es el principal padre de la mentira que existe en el mundo, como lo demuestra hasta la saciedad el gobierno de Nicolás Maduro.
Otra fantasía comunista para justificar el fracaso del socialismo del siglo XXl en Venezuela, es el cuento de que EE.UU. se quiere apoderar de los yacimientos de petróleo que existen en el occidente de ese país, cuando según cálculos en menos de 20 años los combustibles fósiles serán reemplazados casi en su totalidad por energías alternativas, resaltando que también la utilización de la tecnología Fracking ha llevado a la rebaja de los precios del crudo que difícilmente se recuperaran en el futuro.
Increíble que un país tan pequeño e insignificante como Cuba imponga las directrices y la agenda política, militar, social, económica e ideológica de Venezuela desde La Habana, eso ocurrió por culpa del maniático de Hugo Chávez para hacerle desplantes al “imperialismo” entregándole a Venezuela al peor criminal que ha conocido Latinoamérica en los últimos dos siglos, o sea el fallecido sátrapa de Fidel Castro que desde ultratumba pareciera que sigue como monarca de Venezuela, pero las múltiples y combativas protestas del pueblo venezolano desde el mes de abril por el envilecimiento a donde lo ha llevado el yugo chavista, ha demostrado que los venezolanos se liberaran de la opresión neocomunista que impulsan el socialismo del siglo XXl y el foro de Sao Pablo, quienes quieren imponer en la región al comunismo totalitarismo.
Así como Venezuela hace 200 años de la mano de Bolívar se liberó del colonialismo español, análogamente llegó el momento de sacar al colonialismo cubano que esta entronizado en todas las esferas del país, especialmente en la inteligencia militar y los colectivos chavistas, conduciendo a esa nación a un Estado policial, en donde el régimen asume todos los poderes sobre las personas quitándoles los derechos individuales, para perpetuar al chavismo en la burocracia del Estado bajo la égida de La Habana masacrando al pueblo.
Mediante la resistencia y la solidaridad ese pueblo hermano tiene que buscar la oportunidad histórica para romper las cadenas coloniales que se le imponen desde la isla, pues las desventuras de Venezuela son orquestadas por la nomenclatura comunista en La Habana. El salvaje de Maduro, como fiel lacayo de Cuba, cumple al pie de la letra sus ordenes para mantenerse en el poder, por ello Venezuela tiene que luchar por la independencia expulsando al colonialismo castrista del territorio patrio, contando con la solidaridad internacional que debe castigar a la camarilla comunista venezolana.