La campaña de estigmatización mediática orquestada por el poder económico que opera los medios masivos de comunicación en Colombia, y que se implementó desde el 7 de agosto de 2022, cuando asumió la Presidencia Gustavo Petro, avanza, cada vez con mayor tenacidad, en la misma medida en que arrolla la maniobra por la retoma del poder político por parte de la extrema derecha.
El último escándalo diseñado para continuar atacando las reformas progresistas del Gobierno Petro, escogió como oportuno objetivo al subgerente de televisión de RTVC, Holman Morris, porque su recia personalidad se ajusta al esquema preconfigurado.
Como al productor y director de televisión, Morris Rincón, no han podido someterlo por su temple, autonomía y libertad para ejercer el Periodismo, como sí lo han logrado con otros, debería ser, otra vez, el sacrificado ideal para esta oportunidad.
Lo siento por nuestro país, pero también, por el galardonado y reconocido escritor y político en su lucha por la justicia social, la defensa de los derechos humanos y la promoción de la paz: ha tenido que padecer el exilio amenazado de muerte por las mismas fuerzas que pretenden regresar, y ha sufrido las artimañas malintencionadas de la prensa poderosa que le ha inventado arbitrariedades sin fundamentos ni pruebas.
Había sido denunciado en 2014 ante la Personería de Bogotá por presuntas irregularidades relacionadas con una posible subcontratación y responsabilidad fiscal en unos contratos entre Canal Capital y Rafael Poveda Televisión. La investigación se ordenó tras una denuncia hecha por el entonces concejal Javier Palacio, quien, a su vez, estaba investigado por su presunta participación en el ‘carrusel’ de la contratación.
Este caso fue archivado en 2015, luego de que la Personería de Bogotá determinara que Holman no había cometido irregularidades.
En enero de 2019, Patricia Casas, entonces esposa de Morris, lo denunció en la Fiscalía por violencia intrafamiliar, alegando que evadía sus responsabilidades. Casas afirmó en ese momento se sentía “asfixiada económicamente” al enfrentar los gastos del hogar, sin el apoyo de su esposo.
Luego, en septiembre de ese mismo año Morris fue acusado de violencia sexual ante la Fiscalía por la periodista María Antonia García de la Torre. La Fiscalía abrió una investigación, sin embargo, el caso fue archivado en 2021 y actualmente Morris no tiene causas judiciales abiertas en su contra.
A propósito, sobre la periodista García de la Torre, el portal uribista Los Irreverentes, en alguna ocasión se refirió a ella en los siguientes términos: “… desde sus años como estudiante del colegio Juan Ramón Jiménez ya mostraba unos claros signos de resentimiento social y sus complejos impulsaban la ira contra la sociedad, ira que se pone de manifiesto en sus frecuentes trinos en los que acude a la ordinariez y a la vulgaridad para atacar a todos aquellos que no comparten su singular forma de pensar”.
Hoy, nuevamente, Holman Morris es cuestionado por la “mejor funcionaria del gobierno de Duque”, Silvana Orlandelli Uruburo, directora del canal Señal Colombia desde 2019, también directora de series de ficción y formatos de entretenimiento en Caracol, RCN; y por Lina Marcela Moreno Zapata, directora del Canal Institucional, quien también estuvo al servicio de Caracol Televisión como productora general del programa La Finca de Hoy.
Es tan intensa la campaña política y la narrativa de pánico que la acompaña, que ahora utilizan grupos feministas recalcitrantes, ligados a anteriores gobiernos, para convocar a plantones, con el fin de ratificar el necesario desprestigio a los colaboradores del presidente Petro.
Había otras razones que justifican el actual escándalo, por ejemplo, la necesidad de frenar la televisión pública porque está alcanzando repuntes históricos en audiencia y agrado en el pueblo colombiano, lo que, además, aumenta la desconfianza pública en los medios masivos al servicio de la extrema derecha.
No olvidar entonces, que este episodio hace parte de una perversa estrategia. Recuerden que el año pasado Morris denunció el hackeo a las cuentas de redes sociales de la entidad. Durante la madrugada del 13 de diciembre se publicaron varios trinos desde la cuenta oficial de RTVC con mensajes como “En esta cuenta amamos a Álvaro Uribe Vélez”, con una etiqueta a la cuenta del expresidente. Algunos internautas reportaron que la cuenta publicó un mensaje similar con el presidente Gustavo Petro y algunas otras publicaciones con contenido sexual.
De inmediato, Morris calificó el hecho como un ataque a la seguridad nacional y agregó que el hackeo ocurrió “en el momento en que @RTVCnoticias reporta un tráfico importante de interacciones y compite con los medios corporativos”.
La estrategia está tan bien coordinada que, inclusive, en el Congreso ya están pidiendo al presidente Gustavo Petro que reconsidere el nombramiento de Morris Rincón.
No es fácil el futuro que nos espera: los medios masivos al servicio del gran capital seguirán manipulando la frágil opinión pública colombiana.
