Seis años se mantuvo el país a la expectativa de lo que pasaría con el caso del joven de procedencia guajira, estudiante de la universidad de los Andes, cuya vida se extinguió bajo circunstancias desconocidas el 31 de octubre del 2010. A través de los seis largos años que duro este caso se presentaron tres sospechosos que, por la incongruencia de sus versiones y su presencia cercana a la víctima en la noche de los hechos, se convirtieron en sospechosos. Estos tres eran: Carlos Cárdenas, acusado de ser el autor material del crimen (absuelto aproximadamente tres años); Laura Moreno acusada de ocultar el crimen y de obstruir a la justicia; Jessy Quintero, acusada de los mismos crímenes que Laura Moreno mas el de falso testimonio.
La reciente absolución de las ultimas dos sospechosas, mas allá de que sean en realidad culpables o no, deja una única conclusión: El poder judicial en Colombia esta roto. Si bien ningún civil puede determinar la culpabilidad de los acusados (hoy en día absueltos), se pueden plantear dos hipótesis de las cuales se llega a la misma respuesta. Si efectivamente, la muerte de Luis A. Colmenares fue causada por un accidente y los sospechosos son inocentes, la fiscalía habría obrado de mala fe y de una forma directamente ilegal al introducir falsos testigos en un afán por presentar un culpable, posiblemente evitado seguir otro rastro. Por otra parte, si el grupo de los tres causo la muerte del guajiro, se demostraría la ineficacia e inutilidad plena de la fiscalía en un caso que, para muchos, tenia mas que las pruebas contundentes para obtener condenas.
El punto es que la ineficacia de los entes judiciales no se detiene en el caso Colmenares sino que se ha convertido en el pan de cada día. Hoy es mas común que en los tribunales del país, criminales de todos los estilos reciban impunidad, desde atracadores hasta asesinos, pasando por corruptos y violadores.
Si bien la muerte de Colmenares y la impunidad de su posible asesino (sea quien sea) son unas tragedias inmensas, deberíamos estar haciéndonos preguntas mas grandes. ¿Hasta cuando se mantendrán las inútiles practicas de la fiscalía que tantas fallas presentan? ¿Hasta cuando estará la fiscalía amarrada por los tentáculos de la corrupción y de la ineptitud? ¿Sera el fiscal Martínez el hombre que lograra cambiarle la cara a la fiscalía, o se quedara en las sombras como sus predecesores?
La ciudadanía debe exigir respuestas a estas y mas preguntas para evitar que casos como el de Colmenares (visto a diario en Colombia) se sigan quedando en la impunidad.
Pd: El caso de Colmenares nos recuerda al famoso caso de O.J. Simpson, el atleta que (probablemente) asesino a su ex esposa y termino absuelto a causa de los errores de los fiscales en uno de los juicios mas mediáticos en la historia del derecho occidental. En EE.UU lograron recuperarse de este error cambiar la cara (y fortalecer) de la fiscalía. Solo la historia dirá si los colombianos podremos hacer lo mismo.
