Llegar al departamento de Casanare es todo un cuento de hadas. Después de sobrevolar la cordillera oriental, se abre paso una extensa llanura adornada de ríos y sabanas, bajo un rayo de sol que le da el toque final a un paisaje de ensueño. Es un departamento fascinante, lleno de tradiciones inexplicables, ríos en los que aún se puede nadar, abundante fauna y una población orgullosa de sus raíces.
Aunque para muchos colombianos este departamento le es indiferente, para la billetera del gobierno, no lo es: según el Dane en el 2014 en términos de PIB Casanare contribuyó en la economía colombiana con $15.169 miles de millones a precios corrientes, con una participación de 2.0% del total nacional. Ese mismo año el PIB per cápita nacional medio a precios corrientes fue de $ 15.89.361 miles de millones de pesos. El departamento con el valor más alto fue Casanare con $ 43.310.425 miles de millones de pesos.
En término de exportaciones, Colombia para el cierre del 2015 reflejaba una cifra de US$ 35.676 millones FOB, de las cuales Casanare contribuyó con US$ 1.601 millones FOB, una participación del 4.5%, por encima de prominentes departamentos como Cundinamarca (4.1%), Atlántico (3.9%), Meta (3.8%) y Santander (2.4%). La importante participación del departamento en términos económicos se debe a la extracción de petróleo crudo y gas, resultado de yacimientos petroleros en Cupiagua y Cusiana. Estas cifras demuestran el millonario aporte de la región en términos económicos para el país y aunque durante muchos años, un alto porcentaje de las regalías se quedaban en la región, también fue representativo para el presupuesto del país.
Actualmente el escenario es diferente, proyectos a kilómetros de Casanare están siendo ejecutados con recursos resultado del de petróleo extraído en Casanare, que gracias a al Sistema General de Regalías (SGR) Ley 1530 de 2012, el 80% de las regalías están siento repartidas en regiones no productoras, y el 20% regiones productoras.
Para nadie es un secreto que en donde hay petróleo hay recursos, entonces ¿por qué Casanare se quedó rezagada respecto a otros departamentos?, ¿por qué en Casanare no se ven reflejados los dineros de las regalías? Muchos dirán que la famosa corrupción y sí, bastante, pero a ello se le suma un importante pero ignorado problema: la ingobernabilidad.
Remontémonos un poco a la historia, en 1992 se realizó la primera elección popular de gobernador en Casanare, y desde esa época hasta a la fecha han pasado 16 dirigentes, de ellos solo dos ejercieron su cargo por más de tres años y siete han sido por encargo presidencial mientras los elegidos por voto popular definían su situación jurídica. El Gobernador actual Josué Alirio Barrera ganó en contra de las predicciones, cambiando la jerarquía política que por décadas manejó al departamento, se dice por ahí que es la cuota del actual senador Álvaro Uribe Vélez, quien por la temporada de elecciones visitó varias veces el departamento, pero a quien no se le volvió a ver ni en pintura, no se les haga raro que nos visite previo a las presidenciales.
El actual gobernador quien además de empresario no cuenta con experiencia en política ni estudios universitarios, tiene el sombrero bien puesto, pero en gestión se ha quedado corto y no lo culpo, porque al ser el único gobernador de cuota del Centro Democrático tiene que tocar más puertas y hacer más lobby que cualquier otro colega.
En Yopal el panorama no puede ser peor, desde 1971, han sido 16 alcaldes los que han dirigido el municipio, de ellos solo 8 han sido por elección popular y de los cuales algunos están en proceso de investigación. Un municipio que en un día normal alcanza los 30 grados centígrados pero que no cuenta con suministro de agua potable desde el 2011. A ello se le suma que el actual alcalde John Jairo Torres se encuentra en la cárcel desde finales del 2016, por supuesto lavado de activos y urbanización ilegal. La alcaldesa encargada Luz Marina Cardozo Solano, quien asumió el cargo desde el 13 de julio de 2016, gobierna al son que le toquen, improvisadamente rige los destinos de un municipio que maneja un robusto presupuesto. Cabe anotar que en los últimos días ha estado más ocupada en hacerle el quite a una orden de arresto por desacato judicial, que a realizar las funciones para las cuales fue encargada.
La corrupción se puede batallar de muchas formas, pero cuando las personas que asumen los cargos por elección popular tienen que retribuir favores, la ecuación no se cumple. Casanare ha sufrido esta situación por décadas, con reducción de regalías y una crisis petrolera peor que cuando inició, se añoran las épocas de oro, muchos quisieran regresar el tiempo para evitar lo inevitable.
Quiero hacerle un llamado a los jóvenes casanareños, quienes tienen en sus manos el futuro del departamento, porque las ramas que nacen torcidas son difíciles de enderezar. Ustedes tienen el poder de hacer historia, de prepararse, de no comer cuento, de aborrecer la corrupción y armarse en pie de lucha con nuevas ideas para batallar en contra de las maquinarias perversas que han manejado al departamento por mucho tiempo.
*Nombre cambiado por petición del autor