Cuando era un niño, a finales del siglo XIX, José Jesús Restrepo Botero miraba el horizonte de la Hacienda Enea, su casa en Manizales, y se imaginaba viviendo entre montañas cubiertas de chocolate, cuando en la noche la falta de luz escondía el verde de un bosque abundante. Kilómetros y kilómetros de selva se extendían por un terreno que ni siquiera él podía recorrer en su totalidad. Ya en los primeros años de 1900, cuando José Jesús había alcanzado la mayoría de edad, decidió junto con su primo Alfredo Restrepo Jaramillo pensar en un proyecto alrededor del cacao, aprovechando el boom económico que la agroindustria manizaleña empezaba a amasar entrado el siglo XX. Tenían la tierra, las ganas y el mercado. Entonces conformaron la sociedad José Jesús Restrepo & Cia en 1904.
Pocos meses después se encontraron con Luis Jaramillo Walker, un coterráneo de ancestros ingleses ilustres en Manizales por ser de los primeros empresarios en la región. El alma de comerciante de Jaramillo Walker lo llevó a especializarse en la importación de bienes de lujo desde Londres, pero después su pasión por el café, además de la bonanza que vivía el país a principios de siglo, lo convertiría en uno de los primeros exportadores cafeteros de Caldas. Se hizo conocido y exitoso a una corta edad. Sin embargo, cansado de ver cómo afectaba sus negocios el hecho de tener tantos homónimos con el mismo nombre y apellido, Luis Jaramillo publicó un aviso en el periódico con el que resolvió que Walker sería su único apellido y que su nombre telegráfico sería Luker.
Cuando decidieron hacer negocios juntos los tres empresarios, todos estuvieron de acuerdo en que su primer producto llevara el nombre de Luker. Así, la primera pastilla de chocolate producida en la Hacienda la Enea de los Restrepo Botero en Manizales en enero del año 1906 fue todo un éxito y nació oficialmente la Casa Luker. Pocos años después, la sociedad de José Jesús Restrepo & Cia se quedaría con la empresa y posteriormente sus sucesores. Luis Walker moriría en su hacienda “La Julia” en septiembre de 1919.
El liderazgo de la empresa estuvo hasta finales de siglo a cargo de la familia Restrepo, su primer presidente hasta su muerte en 1979 fue Arturo Restrepo, a quién lo reemplazó Jaime Restrepo hasta su respectiva muerte en 1996, siendo reemplazado durante dos años por Jorge Restrepo, momento en donde toda la familia se retiró de los cargos ejecutivos para facilitar una reestructuración organizacional y pasando algunos miembros a formar parte de la junta. Rodrigo Novillo es el actual gerente general de Casa Luker.
Y es que en los primeros casi ochenta años, el negocio se expandió concentrado en el cacao, solo a finales de los 70 inició su expansión de productos con inversiones en aceite y en 1991 iniciaron en la planta de Manizales la producción de café tostado y molido bajo la marca de Lukafé. La gama de productos de Casa Luker no solo abarca el mundo del chocolate y del café, consta de 36 marcas, la mitad propias y el resto mediante alianzas de distribución con otras compañías. Chocolate Sol, Chocolate Luker, New Colony, tostado y molido, y New Colony instantáneo, dos opciones del café sin cafeína; Ricamasa, harina precocida de maíz, Lomitos de Atún Vikingos, aceite gourmet, aceite vegetal 100% puro de girasol, aceite Oliosoya, Jabón Piropo, Jabón Cristalino, Crema Lavaloza Fassi, fueron algunos de sus productos con los que para el año 2000 ya llegaba a más 80.000 tiendas de barrio en todo Colombia.
La casa Luker logró dar el salto hacia el chocolate premium con la siembra de la primera plantación empresarial de cacao fino en Necocli, Antioquia en 2011 y siete años después, se encontró lanzado la marca Luker Cacao Fino de Aroma. En el reconocido centro de investigación, la Granja Luker en Palestina, Caldas, han logrado adaptarse a los cambios, allí realizan investigación para continuar en la vanguardia, con modernización tecnológica y conservación del cacao fino de aroma. Desde su fábrica en Bogotá, exportan a 53 países, en mercados tan competidos y lejanos como Rusia, Dubai, Japón y Brasil, una labor de mercadeo internacional que lleva más de veinte años.
Sus productos se volvieron esenciales para la vida cotidiana de los colombianos. Durante la pandemia, Casa Luker tuvo que incrementar el personal en sus plantas de producción de chocolate de mesa para satisfacer la demanda, convirtiéndose en la segunda empresa del Eje Cafetero con mayores ganancias durante el 2020 tras reportar utilidades de 35 mil millones de pesos y ventas por 900 mil millones.
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