Un reciclador, algunos vendedores ambulantes, un estudiante y un profesor universitario hacen parte de las cartografías experienciales céntricas bogotanas que el Colectivo Circular condensó en una propuesta ganadora de la beca Libro de Artista - Cartografías Urbanas, del Programa Distrital de Estímulos 2018, en junio pasado. Hoy, es un libro de artista transportable que se exhibe al público en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño y que recoge las memorias del centro de la ciudad a través de esos personajes.
El concepto de carga, de soportar un peso no solo físico sino simbólico, especialmente en la espalda, y el mito griego alrededor del titán Atlas fueron los elementos dominantes que inspiraron la idea del “Atlas del centro de Bogotá”, una investigación adelantada por el Colectivo Circular sobre las microhistorias de 16 “atlas” (personajes) que pululan y transitan por las calles del centro de la ciudad, un lugar histórico y vital de encuentros, intercambios y sucesos trascendentales para el país.
“Cierto día, Vanessa –miembro del colectivo– iba caminando por el centro cuando vio un muchacho que llevaba una bola de icopor gigante en la espalda y ahí nació esa idea del Atlas y de los elementos del centro, de las personas que cargan cosas. Eso coincidió con la aparición de la convocatoria del libro-arte y decidimos recuperar las historias de las personas que soportan distintos tipos de cargas, que cargan su mundo, que cargan sus historias a diario en ese sector de la ciudad”, relató el arquitecto y artista César Faustino, uno de los integrantes del colectivo.
Por su parte, la artista Natalia Mejía, del colectivo y quien además es la coordinadora del ciclo de Conferencias de las Artes del Centro de Divulgación y Medios de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, explicó que a través de la interpretación de Atlas que el colectivo manejó en el proyecto se visibiliza la dimensión sensible del territorio y la identidad y dinámica del centro bogotano. Y obviamente, las acciones cotidianas de las personas que en esa zona desarrollan su vida mediante el sostenimiento y desplazamiento de una carga que, además de tener un peso físico, representa su universo particular.
“Logramos entablar un diálogo muy interesante porque empezábamos hablando de la carga y de su recorrido por el centro, pero luego este diálogo ahondaba en otros temas más trascendentales como la importancia del trabajo en su vida, de cómo con ese trabajo han levantado a toda una familia. Por ejemplo, el señor reciclador se carga todos los días 350 kilos y es un señor ya mayor. Es un trabajo en el que lleva 40 años y con el que ha levantado a sus nueve hijos”, aseguró Natalia.
La muestra está compuesta, además del libro de artista, por una serie de placas y grabados con las figuras de los atlas y un video que da a conocer una parte del proceso de elaboración del libro, en el que se emplearon las técnicas de serigrafía, tipografía y grabado al aguafuerte sobre lámina de cobre.
Sobre el video, David Guarnizo, artista del Colectivo, explicó: “Tú ahí ves dos procesos: el de dibujo e impresión de las placas y la impresión de los textos en serigrafía. Este video es muy importante porque es lo que enlaza todos los elementos y porque, así, el visitante puede enlazar también la experiencia de las narraciones y de los atlas con la experiencia de hacer el libro”.
El libro, por su parte, es un dispositivo de madera en forma de caja angosta y rectangular pero de gran dimensión, con correas laterales que facilitan su portabilidad y con patas retráctiles que se despliegan y dan soporte a la mesa que se forma al abrirlo; mesa que además posee un mecanismo de iluminación. También, tiene espacio para una silla dispuesta a servirle a aquel que se anime a leerlo.
Sus páginas –piezas encuadernadas e impresas manualmente sobre papel kozo y mylar que narran, a través de texto y mapas experienciales, la historia de cada personaje y que permanecen guardadas en dos compartimentos a lado y lado de la mesa– se pueden extraer y leer a trasluz gracias a un sensor que permite el encendido y apagado de la pantalla una vez el libro ha pasado de una forma a otra.
“Hicimos muchas pruebas para generar un dispositivo de visibilización, pensando en que no queríamos hacer uso de las dinámicas básicas del libro, es decir, pasar la página en un orden específico. Por eso, llegamos a la idea de los cuadernillos individuales, ya que así empieza a darse una aleatoriedad en la lectura y porque como cada historia tiene su propio espacio, el lector es quien decide su orden”, aclaró Vanessa Nieto, artista integrante del colectivo.
Sobre los mapas que acompañan los textos, el colectivo informó al Centro de Divulgación y Medios de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional que esas obras fueron dibujadas por los atlas que conforman el proyecto, a quienes les pidieron ubicar en un mapa su recorrido y su experiencia en el centro de la ciudad.
“Hay todo tipo de mapas, pero muy de la experiencia de ellos. Pero solo así fue posible identificar una cartografía experiencial del centro de Bogotá, es decir, pudimos establecer cuál es su relación con las calles, cuáles son sus lugares más recurrentes y cotidianos y eso se ve reflejado en los mapas que ellos hicieron”, agregó Natalia.
El colectivo piensa, además, llevar el proyecto a una segunda fase en otras zonas de la ciudad. Al respecto, David dijo: “lo que nosotros estamos viendo es que este es un proyecto de largo aliento y así como hicimos esta primera etapa, estamos mirando a largo plazo hacer un mapeo de otros lugares de Bogotá. Estamos pensando en expandir la metodología a otros sectores y en hacer una publicación seriada, un libro de mano”.
Itinerancias
El día del acto de inauguración de la muestra, el pasado viernes 16 de noviembre, los cuatro miembros del Colectivo Circular cargaron –así como el titán Atlas y los atlas del centro capitalino, aunque no en su espalda–, su libro de artista, antes de llevarlo a la sala de exposición de la Fundación Gilberto Alzate, donde se exhibirá hasta el próximo 2 de diciembre. No obstante, también realizarán una serie de recorridos por varios puntos céntricos de Bogotá en los que permitirán que la gente se acerque a conocerlo y leerlo.
Para quienes deseen unirse a los recorridos pueden consultar las redes sociales y/o la página web del Colectivo Circular, medios a través de los cuales darán a conocer las fechas, hora y lugar de partida de cada uno de los encuentros.
