Transcurrió 1 *mess* (desorden), y el exrevolucionario Petro dejó plantados a los ciudadanos, pues, además de arruinar la reforma tributaria, aplazó la laboral. Así, el país seguirá tan quebrado como sus esperanzas de cambio.
Sus reformas no serán progresistas; acaso progresivas, quizás para el Tricentenario Republicano apliquen la Constitución. Mal karma, la bandera simuló un golpe de Estado, y su *indi-gestión* podría hacer que renuncie, para hacer historia anunciando a la primera presidenta de Colombia, negra y exinformal empleada doméstica.
Cartagena lideró las declaraciones de “Independencia”, pero las élites siguen atrincheradas en sus murallas; debería albergar al Capitolio, pues tradicionalmente acoge la Asamblea de la ANDI y la Convención Bancaria, donde el bebé del principal millonario colombiano rechazó a “quienes creen que el sector financiero es parásito”.
Pirata, se beneficia del BanRepública y no transfiere su asistencia al “NiNi”, Ni Estudiante Ni “Emprendedor”. Esta palabra se confunde con “autoempleo”, que en Europa registra doble dígito; antes de la pandemia, la “Informalidad” contagiaba al 61% del planeta (Tackling Vulnerability in the Informal Economy, 2019).
Tal como los economistas normalizaron la Tasa Natural de Desempleo, capitalizan el “anonimato” y la “Pobreza Oculta” del Informal, para desvirtuar al Contrato Social y anular al Sindicalismo como Contrapesos Socialdemócratas. Paradójicamente, ese “rebusque” constituye una Tiranía y Anarquía; es la última fase de la Conquista Neoliberal, y el reclutamiento *Freelance* amenaza tanto como la Automatización y la Competencia Salvaje.
Anacrónico, el popular libro *El Cuadrante del Dinero* celebraba la Independencia como el primer paso para quien no quería seguir siendo Esclavo. Tras convertirse en Empresario, finalmente evolucionaría como Inversionista para permitirse renunciar y disfrutar la vida como parásito. Sin embargo, ahora la Independencia traduce exclusión, informalidad y miseria.
Esa falsa idealización ilustra dos fallas modernas: 1. La minimización de los problemas, para vender fórmulas tan facilistas como ineficaces, y 2. La inexistente *Interdependencia* socioeconómica. En estos pecados reincidió el MinHacienda, tramitando con celeridad otra Reforma Tributaria que terminará siendo más de lo mismo, pues ni resolverá la Urgencia ni será Estructural.
Tributo a la corrupción y la inequidad, Luna de Cambio Radical presentó un Proyecto de Ley que garantiza más beneficios a los contratistas con múltiples fuentes vínculos estatales. Debería eliminar la modalidad Prestación de Servicios, y reconocer que hay demasiada concentración de contratos. También que la intermediación es ineficiente e improductiva.
Su codependencia gremial se manifestó mediante Acoset, defendiendo que sus protegidas administran 600.000 empleos Temporales, que ni son muchos, ni son buenos. Multinacionales como Adecco y Manpower son otras parásitas, y, tal como aquí los Impuestos Antitécnicos y Temporales se vuelven Permanentes, la mayoría de los empleados trabaja toda su vida subcontratada, y está apenas un poco menos peor que los subempleados.
Cartagena también albergó el denigrante espectáculo de los congresistas del Pacto Histórico: uno borracho, puteando y atacando policías. Otra, cantando; impertinente, si fuera modelo, y le pidieran una pasarela, sería cosificar y sexualizar, ¿verdad?