Quiero rechazar rotundamente la anencefálica y desvertebrada forma de actuar de usted, señorita Sara. Ser representante estudiantil es un cargo de responsabilidad no solo a la hora de tomar decisiones, sino a la hora de actuar detenidamente de manera civilizada, dispuesta a hacer valer lo que en principio somos estudiantes. Ser representante estudiantil, señorita Sara, requiere ser virtuoso, y virtuoso no es lo mismo que ser estudioso, como, en efecto, usted lo es. Virtuoso es la disposición sistemática de cada fibra de nuestro cuerpo para hacer el bien por nuestra universidad. No es gritar, tampoco ridiculizar, ni abuchear; es simplemente ser lo que al parecer en este país es bastante difícil de entender: defender desde el derecho, no desde la acción nuestros principios e ideales.
Qué pena me dio verla en medio de un auditorio lleno de jóvenes, que gritaban y se conmocionan ante su sensacionalistas palabras, que más que una prosa arraigada en poder desvirtuar la labor del presidente, era un decálogo de actuares repetitivos y críticas destructivas encaminadas a desvirtuar-- de la misma forma como acostumbran hacerlo los militantes de su partido Polo Democrático Alternativo-- los actuares o las omisiones del Presidente Santos.
Es claro también su ánimo desaforado por resaltar ante aquel auditorio atiborrado de sus adeptos; de mostrar su posición crítica y opositora con las políticas del Estado, pero ¿Cree usted que hizo su mejor intervención? ¿No cree usted que pudo expresar soluciones y no crear conflicto? ¡No cree usted que pudo hacer las peticiones de las que tanto se aquejan sus compañeros estudiantes?¿No cree usted acaso que perdió la posibilidad de una mesa de diálogos con el presidente? ¿No cree usted que sus comentarios tartamudeando y llenos de muletillas aparte de ser ofensivos no contribuyen en nada a la construcción de la academia y un nuevo país? O más bien le pregunto ¿Acaso fue enviada por el Polo con un guión estandarizado de palabras a recitar en aquel auditorio? ¿Acaso piensa que la conmoción causada elevará el número de adeptos y votación de su partido? Pero también le pregunto ¿Qué más sigue? ¿Qué proyectos nuevos le dejará su representación a la universidad de todos? ¿Qué proyectos propone desde las bases estudiantiles? ¿ Cuál es su propuesta en materia de investigación, academia y construcción de un nuevo país?
La verdad, señorita Sara, es muy triste que hoy primen los intereses partidarios antes que su representación; es muy triste que prime el deseo incesante de atacar políticas de estado antes que el bien común de los estudiantes; que primen sus ganas especulativas de resaltar en el auditorio antes que un dialogo civilizado y consensuado. Esta no es la forma ni el modo de hacerlo.
El dialogo siempre es la forma, señorita Sara, y seguro es bien sabido por usted luego de tantos estudios que ha alcanzado e idiomas que hoy habla, de tantos países que ha visitado como digna representante de su partido, que entre, otras desdibuja su labor como representante ya que nuestra investidura no debe estar ligada a ningún tinte político e ideológico. Nuestra investidura debe ser libres de discriminación, capaz de llegar a resoluciones de problemas, capaz de llegar como académicos a conseguir el equilibrio social que tanto necesitamos, pero no a obedecer a carteles y casas políticas que claramente influenciaron su intervención.
Ahora solo me queda por preguntarle una sola cosa señorita Sara, ¿Qué Sigue?, ¿Qué sigue para la Universidad Nacional? ¿Qué sigue para sus dolidos estudiantes?
@nadinabdala77
