Carta de una contratista al director de la CAR

Carta de una contratista al director de la CAR

Por: María Consuelo Duarte Atuesta
marzo 07, 2014
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Carta de una contratista al director de la CAR
Imagen Nota Ciudadana

Señor
ALFRED IGNACIO BALLESTEROS ALARCON
Director General de la CORPORACIÓN AUTÓNOMA REGIONAL DE CUNDINAMARCA – CAR –
Ciudad

Respetado Señor Ballesteros Alarcón:

A usted lo conocí a través de los medios de comunicación en diversas ocasiones, donde hablaba de la importancia de preservar nuestro medio ambiente, protegiendo los páramos, humedales y animales silvestres. Sus respuestas certeras y de respeto por nuestro ecosistema hizo que despertara en mí una gran admiración por usted como Director de CAR.

Por sorpresas que nos da la vida, terminé trabajando como contratistas de la CAR. Allí pude corroborar de primera mano sus cualidades humanas y profesionales que percibí a través de los medios de comunicación. Laboré once meses de los cuales los primeros seis fueron de grandes satisfacciones profesionales y personales; éramos un equipo que trabajaba con armonía, creatividad y sobre todo con amor por el servicio al medio ambiente, y a los animales.

Pero esa bella realidad cambió: El 22 de agosto de 2013, cuando reasumió como Jefe de Comunicaciones el Señor Edgar Humberto Cárdenas Sarmiento, amigo personal suyo, a quién usted reengancha en el cargo, a pesar de las denuncias e investigaciones por maltrato laboral que cursaban en su contra.

Toda la entidad quedó sorprendida y decepcionada por su indiferencia, que rayaba con complicidad, pues pareció importarle muy poco volver a nombrar a un maltratador laboral con investigaciones en curso; pero a usted no le importó que sus subalternos fueran maltratados una y otra vez. Contra todo pronóstico lo nombró en propiedad en el cargo de jefe de comunicaciones.

A partir de ahí fue la crónica de otros maltratos anunciados, el señor cárdenas con su anuencia, se dedicó a perseguir a los contratistas entre ellos a mí, sin que usted, Señor Ballesteros hiciera nada por nadie. Tres de estos contratistas, entre ellos yo, decidimos, con prueba en mano, acudir al Ministerio de Trabajo y a la Procuraduría General de la Nación.

Pero a usted el asunto, de nuevo poco le importaba, desestimó las acusaciones, ignoró las pruebas, y en un silencio cómplice permitió que el Señor Cárdenas nos convirtiera en carne de cañón de su maltrato laboral.

Ante sus ojos y la sorpresa de toda la entidad el jefe de comunicaciones de la CAR desarrolló una campaña de intimidación sistemática contra tres contratistas de la entidad, intentando llevarnos a cancelar nuestros contratos, quitándonos funciones y amenazándonos con despedirnos.

Escribimos una carta a usted, al Secretario General, a Talento Humano, a Control Interno Disciplinario y Control Interno de la CAR invocando la ley 1010 de 2006 sobre el maltrato laboral y ninguno dio respuesta.

La Oficina de Convivencia Laboral nos contestó que no podían hacer nada porque somos contratistas y esta ley solo ampara los funcionarios públicos y no a los contratistas. Mientras tanto el maltrato continuaba evidenciándose, de manera que el señor Cárdenas Sarmiento no nos saludaba, no nos determinaba, no nos requería de acuerdo a las funciones establecidas dentro del contrato y nos tocaba a nosotros mismos enfrentarlo para que nos dejara trabajar porque su silencio se convirtió en cómplice de los maltratos del jefe de comunicaciones.

Como usted bien sabe, no es la primera vez que el señor Edgar Cárdenas tiene problemas de maltrato laboral con los funcionarios y contratistas. En el año 2012 cuando ejerció el cargo por primera vez, varios compañeros solicitaron traslado a otras oficinas y la secretaria de comunicaciones se enfermó por el maltrato al cual fue sometida por parte del jefe de comunicaciones. Todos instauraron querella en la oficina de talento humano y control interno y nunca obtuvieron respuesta por parte de éstas oficinas.

Como si lo ocurrido hasta ahora fuera poco, dio orden en la recepción de la CAR para que no le permitieran el ingreso a un contratista de los que maltrataba, aduciendo que ya había terminado el contrato; pero sin tener en cuenta que él debía ingresar a la entidad para entregar todos los documentos de paz y salvo de terminación y que por otro lado, es una entidad pública que no se le puede negar el acceso a nadie, es decir, con su anuencia y las de los otro directivos de la CAR, el Señor Edgar Humberto Cárdenas Sarmiento maneja la entidad como si fuera su patio trasero.

Le pregunto Señor Director de la CAR, Alfred Ignacio Ballesteros: Por qué usted como líder de una entidad que propende por el bienestar del medio ambiente y por supuesto de las personas que lo habitamos, permite que individuos que en mi concepto NO son aptos para manejar un grupo de comunicaciones y en este caso un jefe que NO comunica y que a pesar de las múltiples quejas de maltrato laboral puestas a su conocimiento por parte de funcionarios y contratistas, lo reintegra después que él mismo Señor Cárdenas renuncia a su cargo para ir a buscar mejores perspectivas laborales en el exterior.

Si el tema es personal y el señor Cárdenas es su gran amigo, habría podido expresarle su amistad y admiración de otra forma, pero nunca permitiéndole a este señor que tiene problemas de convivencia laboral, maltratara y tratara con desdén las personas que hacen parte de su equipo y no tienen la culpa que usted decida pagarle sus favores personales cargando una cruz tan pesada como es trabajar al lado de un ser arbitrario y maltratador como lo es su gran amigo el señor Edgar Cárdenas Sarmiento. Esperamos que la Procuraduría a quién instauramos estas querellas tome cartas en el asunto y ustedes tengan una respuesta certera sobre la violación la ley 734 que habla sobre los deberes y funciones de un empleado público, inciso 6 y 38 y el Ministerio de Trabajo donde quedó abierta esta investigación, porque en la audiencia de conciliación, el jefe de comunicaciones de la CAR y nosotros los contratistas querellantes no llegamos a ningún acuerdo, sencillamente porque el Señor Cárdenas negó los cargos que le imputamos.

Las investigaciones avanzan en las entidades respectivas pero en la CAR se estancaron mientras el Señor Cárdenas avanza en su maltrato laboral con la complicidad suya.

Atentamente,

María Consuelo Duarte Atuesta
Comunicadora Social-Periodista
Cel. 3118784533
Email: [email protected]
C.C. 63´311.299 de Bucaramanga

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