Quizá desde que tengo memoria me he preguntado todo lo que pasa en el mundo, la razón de lo que veo. Nunca me he quedado en respuestas ilusas, no me he dejado convencer tan fácilmente. Y he vivido en Colombia, el país donde cualquiera se pregunta a montones. La pobreza, desigualdad, el desprovecho, la indiferencia.
He criticado una y mil veces los pobladores de ésta tierra por su arrogancia y obstinación. Pero siempre he confiado en cada uno de ellos, ofrezco la mano y brindo un consejo cada vez que puedo. Creo en ellos porque se que un día nos daremos cuentas de lo valioso que es ser colombiano, de lo que estamos hechos, de las grandes cosas que podemos hacer por este paraíso, por esta Colombia.
Puede esto sonar soñador o algo así. Pero no, yo lo aterrizo a lo mas real y frío que puede haber, la política. ¿O es qué los colombianos creemos que el país esta así porque sí? No señor, estos sujetos politiqueros de siempre, se han ofrecido Colombia los unos a los otros. Nos han engañado haciéndose ver unos diferentes, a tal punto de ponernos a elegir entre el "menos malo" o el que menos haya matado gente. Cuando los dos vienen de esa misma clase política, a la cual sólo le importa dos cosas, seguir en el Palacio de Nariño y seguir robando a los colombianos.
Aún dudo sobre la razón de ¿por qué seguir votando y apoyando a los mismos? ¿Es que los colombianos no creemos en un país mejor? ¿Es que todavía le creemos a esos sujetos? ¿No nos han dado las razones suficientes para no seguirlos? ¡No señor! Yo creo en Colombia, y cada uno de los colombianos de a pie. Yo no me dejo engañar más, no dejo que jueguen con nuestros sueños. ¿O quiénes son ellos para decidir sobre la paz de mi tierra?
Añoraría poder haber escuchado a Gaitán alguna vez, él era la confabulación de todos los sueños y deseos de la población. Aquella clase política lo asesinó, y hasta hoy se ha pasado matando los sueños de los colombianos.
Yo no voy a soñar y votar por ellos. ¡No más! Pueden decir que alguien que piense yo sea sectario. Y pues si ser sectario es nunca entregarme a esa clase dueña del poder, estar seguro de que ellos no solucionaran lo que sufren los colombianos, yo soy sectario. He decidido nunca entregarme a sus mentiras y engaños. Me convenzo cada vez más viendo a los campesinos bajo el sol, viendo los estudiantes inquietos deseando un futuro mejor, viendo la pobreza en las calles que ha dejado la desigualdad, viendo la violencia de quienes no han podido encontrar un lugar en este mundo, un mundo que ha construido ese antagónica clase dirigente, para que sólo quepan ellos.
¡No señor! Yo no apoyo ni ahora a Santos ni a Zuluaga, ni nunca a cualquiera que no este por los intereses de mi nación. Quienes hayan decidido votar por Santos, respeto su decisión, pero yo me canse de ver a la izquierda plegada cada cierto tiempo al supuesto "menos malo", yo no me engaño más ni engaño a los demás. Estas personas siguen construyendo el país a su medida, mientras a nosotros sólo nos queda migajas. ¡No señor! Yo creo en mi Colombia y en mis compatriotas. Así me toque esperar para ver un nuevo Gaitán, yo no apoyo a esos señores, yo tomo la mano de mi gente y les hago oposición.
