Primera escena. Un campesino en Boyacá aparece en la pantalla del teléfono de un investigador de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia. El labriego le pide un consejo sobre qué hacer con su cultivo porque acaba de medir la acidez de la tierra y está muy baja. El profesional de la universidad le dice el paso a paso de cómo proceder mientras el jornalero toma apuntes para seguir aprendiendo. Le acaban de brindar conocimiento. Eso nadie se lo quitará.
Segunda escena. El cardiólogo Rodolfo Vega, se conecta vía Skype con un hospital en una zona apartada del norte de Colombia. Previamente mediante un software ha leído la historia clínica del paciente quien presenta dolores en el pecho. En vivo y en directo –utilizando la plataforma de la UNAD- el especialista da las indicaciones del caso para realizar un electrocardiograma. Lo lee en minutos y procede a solicitar otros exámenes para dar estabilidad al campesino. Todo está bajo control. No esta demás dar un dato frío: el cardiólogo que trabaja de la mano de esta universidad es el papá de la Miss Universo Paulina Vega. Si, la bella mujer que, oportunamente, felicitó Juan Manuel Santos.
Esto y mucho más se presentó en tiempo real desde el Hotel Tequendama en Bogotá y los lejanos lugares que participaron en una demostración piloto. Sucedió el miércoles 17 de agosto de 2016 en el lanzamiento de CAMPOUNAD.
Si compartir de esta manera conocimiento, educación, respaldo de proyectos productivos en el campo colombiano no es paz, entonces señor Presidente y señores ministros ¿QUÉ ES PAZ?
Otra de las preguntas que nos hicimos los invitados al evento fue: ¿Y dónde está el Presidente, por lo menos un delegado o alguno de sus ministros? Los administrativos de la Universidad nos aclararon que todos fueron debidamente invitados y citados para mostrarles un proyecto único en el país. Qué lastima que los intereses políticos se notan de frente, paradójicamente, por su ausencia.
Paso a paso nos enteramos de datos que sorprenden. Por ejemplo que este proyecto no es de ahora. No. De hecho comenzó a ser construido desde el 2012 –hace cuatro años-, casi desde los inicios de los diálogos de Gobierno y Farc. Es decir, este proyecto se diferencia de la ‘Alianza Universitaria por la Paz’, porque no se gestó en menos de tres meses para recibir, oportunamente, recursos del post acuerdo.
No. Además, porque no se trata de trasladar los programas educativos de las ciudades al campo colombiano, como está planteado desde la ‘Alianza’; por el contrario, en este caso la UNAD potencializará su trabajo en el territorio. Dato: esta universidad cubre más de 1070 municipios de los 1122 que tiene el país; y cuenta con 62 centros de atención en todo el área nacional. Curiosamente y de manera generosa, el rector Jaime Alberto Leal Afanador, no escatimó en invitar a las universidades de la alianza a formar parte de esta plataforma de conocimiento. Muy poco se ven estas invitaciones para unirse en un país tan lleno de egoísmo.
Como fueron invitados pero nunca llegaron, me gustaría contarles a vuelo de pájaro a cada uno de los 16 ministros y al Presidente de la paz, todo lo que este proyecto ofrece para de verdad cambiar este país.
Por ejemplo, señor Presidente, qué tal la siguiente acotación: “Este proyecto educativo es para los exguerrilleros rasos y exparamilitares adolescentes que pueden validar hasta su primaria y llegar a ser profesionales. También para los excomandantes y mandos medios de estos grupos armados, quienes podrán homologar sus estudios, pero no solo para los 16 mil guerrilleros que llegarán a la vida civil, sino también para los cuatro millones de campesinos que le dan de comer cada día al resto de los colombianos”. Esto es incluyente, señor Presidente. Pellízquese, no deje que este proyecto se vaya al piso por falta de visión y generosidad.
Por ejemplo ministra de Educación, Gina Parody, sabía usted que esta universidad cuenta con más de 3500 profesores y tutores que trabajan en más del 90% del territorio nacional, formando a campesinos y productores rurales en alfabetización, primaria, secundaria, carreras técnicas, profesionales y hasta posgrados, y que los campesinos cuentan con el plus de poder estudiar sin dejar de trabajar. Pero eso no alcanza, se necesitan más manos para que el país tenga un campo educado, ministra Gina. Eso es paz.
Por ejemplo señor ministro de las TIC`S, David Luna, este proyecto de CAMPOUNAD, ya cuenta con una plataforma digital tan robusta que puede atender en línea a 300 mil personas al tiempo sin que se caigan sus servidores. El diseño tiene menús intuitivos con información de alta calidad y con la posibilidad de recurrir a tutores en cualquier momento (aquí también se necesitan más manos). La parrilla de contenidos es tan incluyente que va desde: Radio Campo, TV Campo, Campo Red, Bibliocampo, Mi Finca y Agroconsultas entre otros. Pero ministro, esto necesita más apoyo, y usted puede ser de gran aporte. No fue al evento, pero está a tiempo. Eso es paz.
Por ejemplo, señor ministro de Salud, Alejandro Gaviria, sabía usted que esta Universidad ya tiene montado un programa de Telesalud en sectores rurales, pero necesita de su apoyo para extender este componente en todo el país. Eso es paz. Usted es de los más inteligentes de ese gabinete, sé que si lee las 10 primeras páginas del proyecto se enamora y hasta deja el ministerio para dictar sus propias clases.
Por ejemplo señor ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri, sabía que este proyecto ya tiene gente que puede capacitar y brindar conocimiento a nuestros campesinos en sectores como la producción agrícola, pecuaria, agroindustrial, adecuación de tierras y asistencia técnica, además de todos los programas profesionales que ofrece. Pero, ministro, la paz lo necesita no tanto en su oficina de la Jiménez sino dando el espaldarazo a un proyecto que puede cambiarle la vida a más de un millón de familias que dejarán de hacerle tantos paros.
Me quedo corto haciéndole un llamado a cada uno de los 16 ministros que no fueron a ver esta propuesta tan innovadora. Todos en este proyecto tienen que ver de alguna manera. Desde el ministro del Interior con el proyecto de Telejusticia, hasta la ministro de Vivienda con los planes de manejo adecuado de cuencas.
Señor Presidente Juan Manuel Santos, ministros y ministras, no dejen morir el proyecto educativo más grande de la historia del país, tan incluyente que cubre a exguerrilleros, exparamilitares, y a las personas por las que empezó esta guerra: nuestros campesinos. No dejen la silla vacía de una apuesta que de verdad puede cambiar el rumbo de este país. Esto SÍ es Paz.