En días anteriores el Congreso de los Pueblos, movimiento del que hago parte, envió un saludo a su X Conferencia, dándoles la bienvenida a la lucha social y política. Hoy, luego de los sorpresivos resultados electorales del pasado domingo, quiero reiterarles esa bienvenida, e invitarlos a sortear juntos este importante desafío, de la mano de la gente del común, de sus organizaciones, de quienes hemos promovido la participación, de quienes no votaron el plebiscito, e incluso de quienes votaron por el no.
Invitarles a que contemplen el Gran Diálogo Nacional, del que muchos venimos hablando desde el año 2013, como un mecanismo para defender los acuerdos de La Habana, promover el diálogo con el ELN, y gestar un gran pacto político democrático en torno al pueblo colombiano, y sus esperanzas de paz y vida digna, y no en torno a las élites, y sus ansias de guerra y de dinero.
Parto de reconocer su compromiso con la construcción de la paz en Colombia. Mantenerse cuatro años dialogando y llegando a acuerdos con el gobierno nacional, dándole vigencia a la salida negociada, así lo demuestra. Reconozco la humildad de sus gestos para ambientar el diálogo, consolidar los acuerdos, y disponerse a contribuir a una apertura democrática en Colombia. Admiro, el temple con el que han soportado la incoherencia, la arrogancia y el elitismo de Santos y su gobierno.
Sin embargo, es evidente que no han encontrado un interlocutor con el mismo compromiso y humildad en la mesa de La Habana. El gobierno de Santos representa una élite sectaria que cree tener al pueblo de rodillas, y por eso se niega a discutir un modelo económico de hambre, una doctrina militar de muerte, y un sistema político excluyente.
El gobierno de Santos al tiempo que ha conversado de paz con ustedes, ha impulsado políticas nocivas contra la gente del común. Impuso un código de policía que reprime la movilización y extralimita la policía; impuso la ley ZIDRES que legaliza el despojo de la tierra y su uso exclusivamente empresarial; aumentó irrisoriamente el salario; y seguramente nos va a clavar una reforma tributaria que afectará a las clases populares. Mucha gente este 2 de octubre voto NO rechazando a Santos y a sus políticas, no rechazando la solución política y la paz.
Así mismo les impuso el plebiscito como mecanismo de refrendación de los acuerdos de La Habana. Plebiscito que ustedes inicialmente rechazaron, y que resultó siendo una enorme trampa del Gobierno Nacional. Pero que además le dio una oportunidad a la ultra derecha para que amañando argumentos, tergiversando los acuerdos, sembrando miedo y diciendo mentiras, hiciera triunfar un absurdo NO.
Ahora que ganó el NO, aunque fuese por un estrechísimo margen, la incertidumbre parece reinar y se hace necesario encontrar rutas de acción política, que ratifiquen la necesidad de la salida negociada, y de la construcción de paz en Colombia.
En ese marco el gobierno ha delegado 3 voceros, para interlocutar con 3 voceros del NO, o sea del Centro Democrático, y de esta manera resolver sus diferencias; es decir, un nuevo pacto de élites. Ustedes como nosotros saben que Santos y Uribe representan sectores similares, con intereses similares, y con grandes afinidades: han combatido el movimiento social y popular, han impuesto un modelo de muerte y destrucción, y han polarizado al país en sus ambiciones hegemonistas.
Por supuesto que el país necesita un diálogo donde estemos todos los sectores, pero este no puede ser un diálogo de élites. Por supuesto que el país necesita un pacto político por la paz, pero este no puede ser un nuevo Frente Nacional, donde los poderosos se den la mano para quedar bien entre ellos, mientras la gente de espaldas, sigue trabajando para sobrevivir, excluida de la decisión sobre el país
Los necesitamos, como siempre, de la mano del pueblo colombiano, acompañando sus sueños y esperanzas de paz, pero sobre todo abriendo campo para que esas inmensas mayorías excluidas de cualquier posibilidad de participación, sometidas la miseria y la violencia, encontremos en este escenario de solución política la oportunidad para construir un país en paz y vida digna.
¡Espero una respuesta!
Cordialmente,
Sebastián Quiroga
@sebaquiropa
