Doctora:
María Victoria Angulo.
MINISTRA DE EDUCACIÓN NACIONAL
Bogotá D.C.
La educación es un proceso complejo en el que se compromete la familia, la escuela, la sociedad y el estado, que deben interactuar y conceptuar al unísono para que la armonía sea fruto de un trabajo en equipo. Este proceso ha sido difícil en tiempos de normalidad académica, más aún hoy en caso de pandemia; que cambio todas nuestras costumbres, nos secuestró la tranquilidad y algo más preciado: la libertad. Ella llegó sin manual de instrucciones y cuando nos creíamos amos de la tecnología y dueños de la libertad, una gripa compleja arruinó todo y nos tapó el horizonte que creíamos conquistado y dominado al antojo.
Sin temor a ser ignorado, creo necesario poner en claro mi posición, como una expresión de libertad de conciencia; sintetizada en los siguientes aspectos:
El regreso a clases tal como lo están planteando es un riesgo innecesario, hace falta infraestructura para entenderlo, puede agudizar la crisis y llevar a colapsar un proceso educativo que antes de la pandemia ya venía enfermo; entonces aprovechemos la crisis y coinvirtámosla en oportunidad para mejorar, tomemos oxígeno y dediquémonos a capacitarnos, con cursos maestrías virtuales y sobre todo a unificar criterios para salir de este modelo medieval de enseñanza; que en nada ayuda a liberarnos del servilismo en que vivimos. Aquí el amarillismo nos mata y todo lo que pase de aquí en adelante en la escuela es culpa de la pandemia, hasta la estupidez humana. A los docentes y directivos ya nos queda grande contrarrestar hasta una epidemia de piojos por discriminación, derechos humanos, etc.; mas aún esta pandemia que pone en riesgo la salud y la vida de todos.
La educación virtual es la salida, pero entiéndase esta como el proceso que garantiza el aprendizaje; no un canal de tareas, talleres, actividades y evaluaciones; sino un proceso donde se garantice el aprendizaje en una interacción permanente con los docentes, generando espacios y ambientes de aprendizajes; creando y ayudándonos con y de la tecnología que nos ha vuelto ciudadanos del mundo y vecinos todos, acortando espacios y contemplando el mundo con solo mover una tecla.
Como de lo que se trata es de plantear posibles soluciones; dediquemos este tiempo a capacitar docentes y reunir a los más conocedores del tema para crear un PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL DE EDUCACIÓN EN LAS TICS. Por llamarlo así y dar de una vez el paso al mundo moderno y salir de ese modelo enciclopedista que, aunque dio resultados ya se volvió obsoleto; incluyendo la virtualidad y la neurodidactica como ejes que jalonen una educación para el verdadero aprendizaje, salir del proceso que solo ocupa el tiempo en repetir saberes e información que en nada ayuda al crecimiento y el desarrollo del pensamiento crítico de la autonomía y de la convivencia. Así, cuando volvamos “a la realidad educativa “, habremos avanzado antes que retroceder y marcar coyunturalmente la historia de la educación en Colombia que supo aprovechar la dificultad y la convirtió en oportunidad.
Crear unos 13 canales (uno para cada grado) de televisión para masificar procesos y que coadyuven al trabajo virtual, todos los hogares no tienen computadores y móviles que marcan la desigualdad de este proceso como lo estamos manejando; pero sí un televisor con horario unificado par cada grado de pre-jardín a once en el que diariamente disponen de clases magistrales planeadas y unificadas para que cada colegio ajuste su PEI al del país. Así, lograríamos identidad pues la educación es parte fundamental de la cultura y de la idiosincrasia de los pueblos; quienes generarían esas clase seriamos nosotros mismos y así nadie podría hablar de imposiciones, más aun cuando tenemos los DBA en todas las áreas del conocimiento.
La historia le está dando una oportunidad para ayudar a Colombia y hacer de esta tierra la mejor educada, una educación al alcance de los niños como lo plantaba Gabriel García Márquez; una educación pensada, ajustada y ejecutada desde nuestra realidad; que devuelva la esperanza y nos ponga en un nivel donde merecemos estar; recuerde que el futuro de los pueblos los marca la educación. Queremos ayudar, déjenos ser parte de la solución, no nos tilden como parte del problema. No somos los mesías, pero tenemos una responsabilidad grande y no queremos ser inferiores a ella. Nuestra meta no es más que ayudar sobre todo a los menores que todavía están llenos de ilusiones en espera del nuevo amanecer, más justo y equitativo; ellos son los llamados a cambiar esta realidad, pero tienen comprometido su futuro que depende de los aciertos y decisiones nuestras.
Atentamente,
Lic. Clodomiro ortega Ordoñez
Coordinador académico- Colegio Luis Carlos Galán Sarmiento -Cali