Carta abierta de un hincha de Millonarios al presidente de Nacional

Carta abierta de un hincha de Millonarios al presidente de Nacional

"Muchas gracias, Juan Carlos de la Cuesta, por ayudar a que el 'Verde' consiguiera una nueva Libertadores. Espero, algún día, ver a mi equipo en las mismas"

Por: Arley Fernando Gómez Hernández
julio 29, 2016
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Carta abierta de un hincha de Millonarios al presidente de Nacional

Respetado señor:

De la manera más respetuosa, me dirijo a usted, en mi calidad de uno de los casi cincuenta mil espectadores que tuvo la fortuna de ver el partido en el estadio Atanasio Girardot el día de ayer, y en el que el equipo que usted administra tuvo la enorme dicha de salir campeón.

Pues bien, le cuento que llegué al Atanasio pasadas las cuatro de la tarde y, como era de esperarse, el estadio estaba completamente lleno, a excepción de la tribuna Sur y de la que posteriormente me explicaron que esa es, quizás, una de las barras más firmes que ustedes tienen;  que ellos son una especie de cofradía con silla propia, con cánticos propios, con una pasión desbordante y con una entrega por su equipo que le permitía llegar al estadio a tan solo minutos de empezar el partido, con la seguridad de que nadie osará por sentarse en sus puestos, o ni siquiera vender esas localidades a otras personas diferentes a ellos.  Y vaya sí que corroboré.

Seguidamente debo hacerle dos confesiones: una, que jamás había entrado al estadio, y dos que no soy hincha de su equipo, sino de Millonarios.

No obstante lo anterior, esa condición de hincha azul no me impidió esforzarme por viajar desde mi municipio, Acacías en el Meta, con el fin de intentar acceder a un evento al que nuestro país no había disfrutado sino en dos oportunidades anteriormente. Y presentía que, quizás, si no aprovechaba esa oportunidad de ser parte de la historia, era muy seguro que después me arrepentiría.

Pues bien, el motivo de esta carta es darle las gracias por lo vivido en ese lugar. No creo que lo que pude observar y sentir previo al momento de iniciar el partido, no se pueda equiparar con esos instantes que desde la televisión observamos en los partidos que llevan a cabo clubes como el Barcelona o el Real Madrid al momento de salir a la cancha. Estuvieron muy a la altura de esos grandes clásicos y creo que los jugadores de Independiente del Valle así lo sintieron, pues en el inicio del partido se les notó nerviosos.

Qué maravilla de coreografía la que se hizo con los plásticos que dejaron perfectamente ubicados en los puestos, que espectáculo de luces tan maravilloso con los celulares, qué organización con las luces de bengala, que pasión la de sus hinchas y que homenaje el que se les hizo a los campeones de 1989, pero sobre todo a esos ilustres colombianos que como Higuita y el profesor Maturana forman parte del patrimonio futbolístico colectivo de los colombianos, lo que no me impidió gritar ,desde mi puesto, su nombre cuando la tribuna los coreaban. Eso y el himno de Colombia fueron los dos únicos momentos en los que me uní a las barras del nacional.

Debo decirle que durante los noventa minutos de juego tan solo pude sentarme en diez minutos debido a la pasión con la que muchos de quienes asistieron al estadio, en su mayoría jóvenes que no pasaban de los treinta años, insistían en gritar y saltar al ritmo de cánticos que nunca había escuchado y que siempre empezaban en la tribuna sur y de manera contagiosa llegaban, con dos o tres segundos de demora, hasta la tribuna norte pasando por occidental y oriental en una especie de ola acústica incontrolable.

Si los que nos encontrábamos en norte tuvimos un momento para descansar en esos noventa minutos, a los que si no vi nunca hacerlo fue a los de la tribuna sur. Razón tienen los jugadores en dirigirse en primera instancia a ofrecerles el triunfo, sus camisetas y sus saludos a ese sector de estadio; lo tienen más que merecido.

Acabado el partido no esperamos mucho y casi creo asegurar que fui de los primeros en desocupar el estadio, ya había sido testigo de algo histórico y como colombiano me sentía contento con lo logrado, pero creo que al estar lejos de casa, de noche, en un lugar que no conozco, con gente que tampoco conocía y en una fiesta que no sentía como muy mía, decidí tomar el metro e irme al lugar donde me albergaban por esa noche.

No obstante todo lo anterior, no debo desaprovechar este momento para decirle algo adicional; creo que ustedes tienen un enorme potencial en esa hinchada tan grande y tan fiel y considero muy justo que ustedes actúen recíprocamente al cariño, fidelidad y respeto que tan religiosamente ofrecen ellos.

Me explico; escuché un pésimo sonido en el estadio, noté que no hay pantalla gigante como en otros estadios del mundo, las sillas no se respetan como ocurre en otros escenarios deportivos, No se cuenta con una cubierta apropiada que le permita salvarse de la lluvia o del sol a esos hinchas fieles y tan solo cubre a unos pocos que casi siempre son los que menos participan en la fiesta y que son de un estrato más alto. Pude notar un sobre cupo descarado que irresponsablemente debe generar ingresos a personas que quizás no sean los del mismo equipo.

En resumidas cuentas, creo que ustedes están en Mora de tener un estadio propio que le permita a sus fanáticos tener un trato más digno y que corresponda al cariño y pasión profesada por su hinchada.

Si bien no serán los primeros en hacerlo, porque ya el Cali cuenta con su escenario deportivo propio, creo que ustedes no sólo cuentan con una fanaticada decidida a dar cualquier cosa por su institución, sino que adicionalmente está esa casta paisa que ha sido ejemplo a nivel nacional de emprendimiento y que tienen en Medellín a una ciudad ejemplo para el mundo, tan limpia, tan culta y llena de personas carismáticas y queridas dispuestas siempre a ser ejemplo para muchos. Aunado a eso, tienen una vía desde Bogotá en unas condiciones óptimas que, al estar terminada muy pronto en el tramo 1 de la ruta del sol, pondrá a Medellín a tan solo cinco horas de la capital de la república, lo que le permitiría a algunos fanáticos poder acceder a su estadio, así no sea para un partido en especial, y observar entrenamientos, el museo, la historia y poder hacerse a camisetas o insignias del nacional. Es decir, ingresos nuevos para el equipo y la ciudad.

Creo justo que esos muertos que ayer hubo por una desbordante y mal interpretada alegría, producto también quizás de desadaptados de otros equipos, merecen que en su memoria se haga una reingeniería del fútbol que le permita a Colombia entrar por la puerta grande de las ligas mayores del fútbol mundial.

Gracias nuevamente por lo vivido anoche y espero de todo corazón ver a mi equipo llegar a la organización que ustedes han llegado, pero que con seguridad sé que pueden llegar más lejos aún. Tienen con qué y con quién.

@ArleyFGomez

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