Los sindicatos de médicos generales y especialistas de Colombia ante la grave y preocupante situación de deterioro progresivo que aqueja a nuestro sistema de salud, denunciamos públicamente:
1. Que la finalidad del sistema de salud en dar cubrimiento a la totalidad de la población con servicios brindados bajo principios de calidad y oportunidad, no ha arrojado los resultados esperados.
2. Que debido a la evidente limitada fluidez del recurso financiero por cuenta del gobierno nacional y de las aseguradoras, lo cual trae consigo indicadores de cartera que comprometen el pago oportuno de obligaciones a todos los actores del sistema de salud, se ha generado el cierre de servicios de urgencias, de internación y quirúrgicos, e incluso de manera preocupante e intempestiva y sin previsión de consecuencias, el cierre completo de servicios de pediatría, así como de Instituciones Prestadora de Servicios (I.P.S.) y Empresas Promotoras de Salud (E.P.S.).
3. Que dichos cierres de las instituciones prestadoras y aseguradoras han causado un deterioro en la prestación de los servicios, el cual se ve reflejado de forma severa en la salud del paciente, al punto de causarle hasta la muerte, por atención inoportuna, ineficiente y de mala calidad por la falta natural de instalaciones adecuadas, así como por la limitada e insuficiente contratación de profesionales de la salud capacitados y necesarios para la atención.
4. Que la sobreocupación de la capacidad instalada en los servicios, ocasiona condiciones de manejo incontrolables, que para el médico y todo el personal de apoyo asistencial se traduce en un factor de alto riesgo psicosocial en el ejercicio del acto médico por estrés, resultando mayormente expuestos, no solo a demandas o investigaciones de naturaleza civil, penal o éticas, sino además a las agresiones físicas y verbales de los dolientes.
Frente a dicha situación las EPS y las IPS no han asumido las medidas correctivas a fin de brindar a sus trabajadores y contratistas las garantías mínimas de seguridad y salud en el trabajo, desconocimiento que puede interpretarse como la configuración de una forma de desprotección laboral, sin que el Ministerio de Trabajo siquiera se dé por enterado o intervenga en la crisis laboral de los trabajadores del sector salud.
5. Que el personal asistencial se ve doblemente afectado en su dignidad laboral, puesto que además de padecer mora en los pagos de remuneración hasta de ocho (8) meses continuos, e incumplimientos reiterativos de las obligaciones que se desprenden de cualquier relación de naturaleza laboral, se fijan de manera arbitraria e injusta los valores y tarifas de remuneración que por su falta de actualización anual, e incluso la disminución de las mismas, vulneran el principio del mínimo vital y móvil al no equiparar el poder adquisitivo de la remuneración, con el incremento del costo de vida.
6. Los médicos generales, especialistas y subespecialistas del país, como resultado de la implementación de modalidades de contratación que vulneran la aplicación de condiciones laborales justas y dignas, en directa transgresión del artículo 18 de la reciente Ley Estatutaria de Salud, adolecen del derecho al descanso remunerado, viéndose en la obligación contractual de asumir jornadas de 12 a 36 horas de trabajo que ponen en riesgo sus vidas, las de sus pacientes y su estabilidad familiar.
7. Rechazamos y condenamos la persecución y señalamiento desatado contra los médicos que de forma honesta, coherente, responsable y valerosa han renunciado de manera individual o colectiva a sus cargos en la EPS e IPS para no ser cómplices del manejo inadecuado de los pacientes que acuden a recibir atención en servicios que carecen de insumos y medicamentos o que son restringidos por imposiciones administrativas, sin mencionar la liberalidad que tiene el contratante o empleador de desvincular al trabajador por formular lo que administrativa o financieramente no es procedente o reclamar por jornadas extenuantes.
8. Apoyamos a los médicos generales, especialistas y subespecialistas que exigen condiciones de seguridad en la atención y garantías mínimas laborales, respeto, reconocimiento y cumplimiento de sus derechos fundamentales, como también respeto al acto médico, además consagrado en la Ley 1751 de 2015.
La dignidad médica y las condiciones de trabajo decente descritas por la Organización Internacional del Trabajo, no son negociables, y de manera coherente y consecuente defenderemos con unidad el derecho de la salud como trabajadores del sector y usuarios del mismo.