Somos sobrevivientes, porque descendemos de esos pocos valientes, aguerridos y dignos paisanos y paisanas, quienes combatieron en las diferentes guerras defensivas de nuestro hermoso territorio, y también sobrevivimos a las múltiples agresiones alevosas y actos de sevicia de los generales y soldados bolivarianos, bajo el mando del “Atila Andino”. Los días 24, 25 y 26 de diciembre de 1822, nuestra ciudad de Pasto fue saqueada, nuestros templos profanados, robos sacrílegos, y la población masacrada, con el agravante, de las violaciones y las muertes de nuestras mujeres y niños, inocentes e inermes, que se habían refugiado en lugares sagrados. Fue tanta la sangre inocente derramada en el templo de Santiago y sus alrededores, que dada la topografía de la zona se formó un torrente de “un rojo de todos los colores”, que tiño la carrera 23. En conmemoración de ese hecho histórico atroz, la comunidad llamó a esa carrera “El Colorado”. La feroz masacre continuó durante treinta días (30), en los 21 asentamientos que rodeaban la ciudad. En la historia de Pasto, se conoce este acontecimiento macabro, como la navidad trágica.
Posteriormente implementaron la Jura; un 20 de enero de 1823, con el pretexto de jurar la nueva constitución, pero, fue una coartada para realizar el apresamiento, y ”esclavizar” a más de mil 1.000 niños y jóvenes – los milicianos adultos ya habían sido masacrados-- para llevarlos amarrados, y utilizarlos como carne de cañón en las batallas de Junín y Ayacucho.
Las propiedades de los pastusos y nariñenses, fueron confiscadas y distribuidas entre los saqueadores y genocidas militares venezolanos. El "botín" era una parte del pago para los soldados bolivarianos y sus mercenarios ingles e irlandeses, nuestra ciudad "Teológica" quedo destruida y traumatizada.
Otro suceso terrorífico de los opresores bolivarianos, fue arrojar parejas de pastusos y nariñenses amarrados con los brazos a la espalda, al profundo cañón del caudaloso río Guaitara, desde el puente de Tacuaya. Valiente la altiva resistencia de nuestro pueblo, al sobrevivir al genocidio de ocho (8) años, planificado demencialmente por el venezolano dictador y déspota, Simón Bolívar, contra los pastusos y nariñenses.
EXCLUSIÓN DE NARIÑO DEL GRAN PLAN VIAL 4 G:
PAISANOS, DESPERTEMOS DE ESTA APATÍA PRODUCIDA POR LA PESADILLA BOLIVARIANA, QUE NOS DEJO SIN CAPACIDAD DE REACCIONAR, ANTE LAS INJUSTICIAS CENTRALISTAS DE LOS DIRIGENTES “BOLIVARIANOS COLOMBIANOS”.
Los dirigentes “bolivarianos-colombianos”, parecen querer continuar con el proyecto bolivariano de diciembre 24 del año 1822, de aniquilar a los pastusos y nariñenses, al excluirnos del gran proyecto de la doble calzada; Ipiales-Tumaco-Pasto-Popayán. Que afectará al departamento, ya que no se integraría nuestro territorio físico espacial con el resto del país y de América, afectando el desarrollo social y económico de nuestras familias y de nuestro pueblo, en el presente y el futuro cercano.
La realidad es como es, y no como debería ser.
Retomando la recomendación del paisano Armando Montenegro, nosotros debemos preocuparnos más, tanto por la crueldad de nuestra historia patria, como por la preocupante intención; exclusión de nuestro departamento del sistema de vías denominadas 4G, que integrarían la región de Pasto con el resto del país, el Ecuador y América. Sobre el álgido conflicto, me permito adjuntar el último párrafo de la carta enviada al señor alcalde de Pasto, el doctor Pedro Vicente Obando, en aras de recuperar la dignidad Pastusa y Nariñense.
“Paisanos: por los acontecimientos ocurridos en el mundo, y en la Colombia de ayer, y del presente, por el aislamiento secular y el olvido histórico, en que nos ha mantenido el centralismo oficial influenciado por la filosofía centralista bolivariana, obstaculizando nuestro crecimiento y desarrollo productivo integral, es importante que reflexionemos sobre nuestra autonomía política, alimentaria, educativa y en nuestra calidad de vida, para mitigar o solucionar los problemas graves que se nos presentarán a corto plazo.”
Paisanos, reflexionemos, sobre cómo enfrentar estratégicamente esta exclusión de IPIALES-TUMACO-PASTO-POPAYÁN, del gran proyecto de doble calzada 4G.
PROPUESTA:
CONVOCAR A LOS REPRESENTANTES Y SENADORES DE NARIÑO, A UNA REUNIÓN URGENTE EN LA CIUDAD DE PASTO, PARA QUE NOS EXPLIQUEN DETALLADAMENTE, POR QUÉ DEJARON EXCLUIR A NUESTRO DEPARTAMENTO DEL PROYECTO DE DOBLE CALZADA 4G.
Antecedentes:
Con el ingreso al modelo neoliberal gestado por Virgilio Barco y desarrollado por Cesar Gaviria Trujillo, con el ánimo de competir en el mercado globalizado, se creó la estrategia, vial, y se incluyeron en el presupuesto nacional rubros importantes para la infraestructura, pues se requerían buenas carreteras, ferrocarriles e instalaciones portuarias. Pero en Colombia no se ha avanzado significativamente en este eje estratégico, especialmente en la zona del sur del país, y específicamente en Nariño. Además en la comunidad Andina ha sido una política inveterada unir a sus integrantes, especialmente cuando Venezuela se retira, y deja de ser nuestro segundo destino de exportaciones. Esto ha conllevado a un incremento comercial permanente con nuestro hermano país Ecuador, porque constituye una necesidad pública, comercial, para el departamento de Nariño, y para la Región Pacifica. Puesto que el pueblo Nariñense realizando grandes esfuerzos ha logrado acometer los servicios del sector informático del saber, y desarrollar notables avances tecnológicos que se requieren, para el crecimiento económico local, como para estar inmersos en la globalización. Imperativo categórico que hemos asumido, y que no queremos que nos bajen del tren del desarrollo productivo, por una exclusión grave en nuestra necesidad más sentida, que es acceder al plan 4G.
Es importante destacar que no es una aspiración ilusoria, es una solución de integración, que requiere voluntad política, para una población ajena a los beneficios presupuestales equitativos y justos del gobierno central, para nuestra región. Proyecto transcendental, que sería complementario al mutilado túnel entre Pasto y Daza, e indicio de que el gobierno Nacional si es consciente, de la necesidad de este macro proyecto vial, para el crecimiento económico y social en nuestro amado territorio de Nariño.
Me permito erigir como responsable y orientador de este proceso, al señor Gobernador, Camilo Romero Galeano.
Con sentimientos de aprecio y consideración para mi pueblo.