René, te escribe un modesto profesor de Colombia, que contra los prejuicios que pesan en un tipo de mi edad y mi formación académica, gusto del reegaetón y en general del sonido urbano. Te dedico estas líneas a raíz de tu tiradera contra Balvin. De entrada dejemos claro que estoy de acuerdo con mucho de lo que le criticas a José, en especial sus actitudes políticas y ese despropósito moral que fue la escena de las mujeres encadenadas en Perra con la Tokisha.
René, tu tiradera es interesante porque plantea un debate en torno a cómo se maneja la industria musical, su visión mercantilista de la música, su función en la alienación de masas, y el interés por crear ídolos de papel como Balvin, instrumentalizados para el control de las masas.
Aunque toda la atención está centrada en tu ataque a Balvin, lo cierto es que tus críticas perfectamente le calan a casi todos los artistas del género urbano, incluidos los del listado que haces en tu tema para atacar la actitud racista del colombiano (Mike Towers, Tego, etcétera). Pero hablemos de lo que le tiras a Balvin.
El colombiano no escribe sus letras. Te pregunto, René, ¿será que todos los artistas de la música tienen que ser cantautores? ¿No se puede ser uno cosa o la otra y ser igualmente artista? ¿Será que todos los grandes artistas de la música latina han sido al tiempo compositores y cantantes? ¿Será este el caso del gran Hector Lavoe, o de Vicente Fernández, o de Julio Jaramillo? No, René. Hay intérpretes dentro de la música, y son tan artistas como los que componen las canciones. Creo que pecas de prepotente y dogmático en este punto. No todos los artistas tienen que ser como tú, René.
Que para Balvin todo es plata. “El negocio, socio”. Oye, tú eres tan rico o más que José. Esta tiradera fácilmente puede interpretarse como una estrategia de marketing, quizás un intento desesperado por realzar en algo tu alicaída carrera. ¿Tu colaboración con Benito y la más reciente con Don Omar no forman parte de una estrategia de marketing para querer volver a figurar? Oye, tú vendes tu cerveza, en medio de la tiradera. En la reciente entrevista con Molusco, lo primero que hiciste fue ponerle a tragar ese orín de caballo. He probado tu cerveza. Vaya cosa fea. Me quedo con la Club Colombia. En esto caes en una franca hipocresía. Criticas a Balvin por pensar en los negocios, pero haces negocios criticándolo. Doble moral, mi muy admirado René.
Compadre, lo más repulsivo de tu tiradera, que creo que muchos de tu propio círculo te lo han de haber criticado, es haber pasado esa línea roja de meterte con la familia de tu oponente. Eso no se hace, eso es un código de la propia calle que estoy seguro que realmente no conoces, que tus millones de dólares en el banco ya no te permiten vivir.
Le tiraste a la propia madre de José, al imitarla en su manera cariñosa de referirse a su hijo, “josesito”. Hay que ser muy hijo de %&/#"$% para atreverse a eso, cuando la señora en este momento está pasando incluso por una dura afección de salud por el covid. Lo propio haces con el papá de Balvin. Caíste bajo en esto, René. Simplemente la familia no se toca, sea cual sea la guerra que tengas.
René, yo te admiro y no dejaré de hacerlo. Reitero que mucho de lo que criticas a Balvin lo comparto. Y creo que tu rabia con José es real. Pero te pasaste en esto, por la forma y por el fondo en que lo has hecho. Creo que detrás de tu crítica al José, está también “el negocio, socio”.
Saludos desde las montañas de Colombia.