Carta abierta a José Néstor Pékerman
No suelo tutear ni mucho menos tener la confianza para referirme a un tercero que no conozco por su nombre. Sin embargo, en este caso particular voy a dejar de lado los formalismos y llamarte por tu nombre; José Néstor.
Escribo estas carta para felicitarte, pero sobre todo para agradecerte. Gracias a ti, José Néstor, tuve la posibilidad de cumplir un sueño de cualquier niño colombiano, ver a su selección de fútbol ganar partidos en un mundial de fútbol. Gracias a tu trabajo, José Néstor, llevaste a la cima del fútbol mundial a nuestro país. Un país que como bien lo sabes, es muy futbolero. Gracias a ti, José Néstor, nos demostraste que ganar sí es una opción.
Te quiero agradecer por demostrarle a un país escéptico que cuando las cosas se hacen con trabajo constante, los objetivos se logran. Te quiero agradecer por mostrar, acto tras acto, que la humildad es una cualidad que debe ser trabajada todos los días y a la vez necesaria para garantizar el éxito. Vale la pena mencionar, y me perdonarás mi generalización José Néstor, que viniendo de un argentino es aún más valiosa esta enseñanza.
Gracias José Néstor por unir a un país el cual ha estado fragmentado desde antes de su independencia. Si bien en la forma no hay un cambio tangible por lo que lograste en Brasil, en el fondo si hay un cambio muy profundo. A pesar de no haber estado para contarlo, a juzgar por las redes sociales y los medios de comunicación, el esfuerzo de esta selección logró, por am sólo mencionar un caso, mandar a un segundo plano una elección presidencial que cual se destacó por el juego sucio más no por el juego transparente y contundente que desarrollaste en el campo.
Si bien es claro que el trabajo es de todo un equipo humano, eres tu quién simboliza todo lo que allí se trabaja. Gracias por poner a soñar a una generación la cual está cansada del conflicto interno de Colombia, la corrupción, la desigualdad y todos los males sociales que día a día agobian a nuestra sociedad. Por unos instantes pusiste a soñar a cientos de miles de niños que ya no quieren imitar a Lionel Messi o a Cristiano Ronaldo sino al cucuteño James Rodríguez. Gracias por hacernos sentir orgullosos de algo más en el lugar donde hasta hace 20 años se asesinaba por un autogol.
No quiero terminar esta carta, José Néstor, sin pedirte de la más sincera manera que sigas en la dirección técnica de la Selección Colombia. Tu más que nadie conoces en detalle la generación de jugadores que viene y el provecho que puedes sacar en las próximas Copas América para luego cerrar con broche de oro en el Mundial de 2018. Se que es mucho pedir, José Néstor, pero por favor tómalo como un halago y no como una exigencia. Siento que es algo que cualquier colombiano de a pie, como este servidor, te pediría de la manera más cariñosa posible.
De nuevo, José Néstor, Muchas muchas gracias.
Cordialmente,
Martín Rivera Alzate
