Señor Oscar Ivan Zuluaga, cuando uno escribe este tipo de cartas teme que más que revelar el fruto de una advertencia, estos mensajes se conviertan en un testamento, en una sentencia; como le ocurrió al difunto señor alcalde del Roble, o al difunto profesor Andreis, ¿Recuerda? Y en el fondo temo también que realmente sea leída por usted.
Dejeme contarle brevemente una de las tantas cosas que pasan en este lindo país: algunos policías del Magdalena nos amenazan, dicen que si pudieran deshacerse de nosotros lo harían, somos varios campesinos reclamantes de tierras que están ubicadas en Pueblo Nuevo Primavera un pequeño corregimiento del departamento del Magdalena, dicen que no descansarán hasta devolver las tierras a los expoliadores porque ellos son los verdaderos dueños, que nosotros los reclamantes somos subversivos, que seguramente tenemos armas y que la policía está dispuesta a responder cualquier ataque porque a él no le van a matar a sus hombres, no sé si los vamos a matar a punta de yucazos o con tusas de maíz, porque vuelvo y repito, solo somos campesinos, aunque no le niego que realizamos experimentos para desarrollar armas químicas a base de pringamoza.
Un mayor de la policía de esos que ven el mundo a blanco y verde, que toma licor con los desplazadores y del cual no pondré el nombre (Pero sí tenemos pruebas y testimonios del hecho, sin aludir a las personas que acusan sin tener pruebas) envía policías de civil armados a hacer inteligencia en las casas de los campesinos, inteligencia colindante con el amedrentamiento porque es con interrogatorio, sin orden escrita alguna, parece estar fraguando un precedente ficticio para justificar algo que no queremos imaginarnos, porque siempre viene a nuestra mente el eufemismo al asesinato cobarde: Falso Positivo, ¿ y por qué le escribo a usted? Porque si bien no es culpable de que lo sigan muchos sectores dudosos del país, entre ellos los expoliadores de tierras y testaferros del Magdalena, y como leí en el portal Verdad Abierta también los expoliadores del Urabá, todos ellos aguardan con optimismo su elección, porque si su jefe Álvaro Uribe Vélez ha hecho campaña por el país en contra del proceso de restitución de bienes, entonces para ellos usted seguirá esa senda del despojo, beneficiando a los grandes empresarios amigos del expresidente que poseen tierras de desplazados y por las cuales ya hay investigaciones en curso, repitiendo lo ocurrido entre 1948 y 1958 en la época de “la violencia” cuando desplazaron a miles de familias, usurpando los grandes terratenientes las parcelas de campesinos, y provocando el alzamiento en armas de un integrante de esos desplazados; alias “Manuel Marulanda Velez”,”Tirofijo” y toda esa historia oscura que aún hoy elige presidentes.
Quizá para ustedes sea beneficioso provocar el mismo efecto, porque nos quitan las tierras, fabrican guerrilleros y la gente en las ciudades votará para que nos asesinen, pero nosotros preferimos condenarnos al ostracismo, a la pérdida de la identidad en las ciudades, al magullamiento de la dignidad, que entregarnos en luchas infames de pobres contra pobres, si bien muchos policías como el Mayor vagamente mencionado y algunos miembros de la policía de ese lugar del Magdalena son incapaces de pensar por sí mismos y son instrumentos de intereses perversos, sabemos que la mayoría de los policías del país son gente honesta y trabajadora. Es su decisión y potestad aclarar su papel frente a las víctimas y la restitución, si no nos matan antes, quisiéramos leerla o escucharla y ojalá el presidente Santos también lea esta carta cosa que también me da miedo, nos brinde protección y acelere los procesos de restitución en el Magdalena y no duren 200 años como lo calculó un estudio de la Universidad Nacional, y no negamos que es algo complejo, pero está en juego nuevamente la vida de las víctimas. Un abrazo y gracias por su atención. Un campesino más, hijo de un desplazado más.