Primero que todo quiero decirles que respeto su pasión y fervor por el equipo verdolaga. Además, quiero felicitarlos por su nueva estrella. Al ser procedente de estos suelos bañados del Sinú, he visto como nos hemos apropiado de fervores ajenos, de sentimientos de otras regiones y países, lo cual a modo personal no tiene nada de malo. Por ejemplo, escuchamos hace mucho la champeta cartagenera, el vallenato del cesar y hasta metaleros de la sabana he conocido. También, en cuanto a deportes como el fútbol hemos tenido que buscar en equipos de otros lugares un arraigo ya que hasta hace poco no contábamos con un estadio ni mucho menos con un equipo (Jaguares).
Ahora en este breve texto solo quiero llamarles la atención a sus manifestaciones (no puedo decir celebraciones porque inclusive cuando pierde Nacional salen a las calles) desaforadas, salvajes y fuera de lugar cada que su equipo gana o pierde, esas caravanas irracionales en las cuales arriesgan su vida; por ejemplo tres o cuatro personas en una motocicleta, carros con sobrecupo a altas velocidades. Pero eso no es nada, que pongan en peligro sus vidas por un equipo de fútbol es su problema, sino lo abusivos que llegan a ser durante sus caravanas iracundas. Por ejemplo, en diciembre mientras departía con amigos tuve que presenciar como prácticamente mataban a un persona entre una multitud lejos de ser racional y como la silla donde había estado sentado esa tarde se convirtió en arma contundente. No satisfechos con ello, amenazaron al dueño del lugar por proteger a ese muchacho moribundo. Esa misma noche tuve que ver como una mujer embarazada caía mientras huía de su presencia. También en los últimos días, específicamente en el primer partido con Junior, sus manifestaciones tuvieron matices vandálicos que indudablemente perjudican el bienestar de la comunidad monteriana.
Mi intención es invitarlos a tomar conciencia para que moderen su actuar durante y después de los partidos y aclarar que sé que no son todos los hinchas monterianos de este equipo, pero al ver la multitud de personas que pierden la cabeza por noventa minutos de fútbol si sé que son muchos, tanto hombres como mujeres, descontrolados por un equipo paisa cuyos hinchas antioqueños ni siquiera entienden su fervor, hasta el punto de tildarlos de patéticos y ridículos.
Atentamente,
@riverojuandavid