El humor colombiano ha tenido un sin fin de figuras representativas y que han marcado la historia del país. De Medellín provienen algunos de ellos, que no han tenido una vida llena de lujos o de excentricidades. Un claro ejemplo de ello es el comediante de Sábados Felices conocido como Carroloco, aunque su nombre es Juan Guillermo Zapata Noreño. Proveniente de la comuna 3, el paisa ha tenido una vida turbulenta. Sin embargo, el humor se convirtió en su arma para combatir la violencia que lo rodeó durante sus años de infancia. La historia del humorista de Sábados Felices es de admirar y es un ejemplo para sus compañeros y las personas en general.
La vida de Carroloco en las comunas de Medellín
Medellín sin duda alguna vivió una época donde los narcos, sicarios y demás, enseñaban una cara dura de la ciudad. Jóvenes se incorporan a bandas o se convertían en los sicarios de los grandes capos. Muchos anhelaban seguir este camino de bandoleros y a otros simplemente les tocaba. Sin embargo, hubo aquellos que a pesar de vivir rodeados de esto, lograron construir una vida diferente. Claro ejemplo de esto es el humorista de Sábados Felices, conocido en este mundo como Carroloco. Aunque vivió en la comuna 3, escuchando balazos en las noches, nunca se dejó conquistar por este turbio mundo.
Para él era más importante escuchar trova o disfrutar los humoristas de aquel entonces de Sábados Felices. Uno de sus grandes referentes de este mundo es el reconocido 'Montecristo'. La berraquera de buen paisa que lo caracteriza, lo llevó a participar en una edición de el Festival de la Risa y la Carcajada en Medellín. Su primer puesto lo hizo ganarse el apodo con el que hoy día lo conocen, Carroloco. Fue con 18 años que el paisa cumplía el sueño de muchos, entrar en el popular Sábados Felices. De ahí en adelante, la fama del muchacho que provenía de la comuna 3, despegó a tal punto de llevarlo a ser reconocido en el exterior.
La fe que salvó al humorista de Sábados Felices de la muerte
Sin embargo, no todo en la vida es fácil, y Carroloco tuvo que enfrentarse a la dura enfermedad conocida como depresión. Incluso, llegó a pensar en quitarse la vida saltando del apartamento en el que vivía en Salitre. Fue en ese momento donde la fe salvó al humorista de Sábados Felices, además de los pensamientos sobre su familia. Inclusive el hombre tuvo que llegar a tomar medicamentos para controlar esta situación. Sin duda alguna, los duros caminos de la vida no han podido con el humorista de Sábados Felices que aún sigue llevando risas a sus seguidores.
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