La tormenta se desató a principios de noviembre: un post de su Facebook criticaba la Universidad en donde ella trabajaba “La Universidad de Los Andes es una institución a la que me unen el cariño y el respeto. Por eso deploro aquello en lo que se ha convertido. Por mera codicia, admite cada año más estudiantes, y, con la ganancia de las matrículas, apila cada año un nuevo edificio sobre otro, en la misma área. El hacinamiento en el que se vive en la universidad llega a ser grave. Si cada vez se parece más a una cárcel, ¿por qué nos extraña que cada vez críe a más delincuentes?”. Su reacción se generó por la publicación de un meme hecho por los Chompos que la atacaba por ser mujer.
Los Chompos, conocidos por su matoneo en redes, le respondieron publicando una foto suya con el ojo morado. Sanín le pidió una y otra vez al rector de Los Andes, Pablo Navas, que se pronunciara al respecto pero él, en un comunicado de mediados de noviembre, lo único que hizo fue dejar ver la inconformidad con la actitud de la profesora. Los Chompos, conscientes del espaldarazo que recibían, convirtieron a Navas en una especie de súper héroe.
Dos meses después de los hechos, este 15 de diciembre, la Profesora Sanín anunció a sus alumnos que ya no podría dictar los cursos sobre El Quijote y el taller de narrativa que tenía previsto dar el primero semestre del 2017 porque se le acababa de notificar su despido “Por lastimar el buen nombre de la universidad, afectar la convivencia de la Universidad y dar mal ejemplo a los estudiantes”.
Las voces de indignación empiezan a llenar las redes sociales