El departamento del Cauca vive actualmente una coyuntura compleja y delicada en cada uno de sus sectores, territorios y comunidades, en la cual tiene básicamente dos caminos a seguir: porfía tercamente en la desunión y la confrontación excluyente e insolidaria, o apuesta por fin por una senda de unidad e integración, magnánima, diáfana y solidaria para superar las críticas problemáticas que lo aquejan aprovechando con sentido estratégico cada una de las potencialidades, ventajas y recursos que posee como región y como sociedad.
Esa decisión histórica e inexorable pasa por una variable trascendental: seguir apostando de manera casi suicida por el falso liderazgo de las castas politiqueras que se nutren precisamente del atraso, la pobreza y la resignación de la inmensa mayoría del pueblo caucano, o brindarle la oportunidad a un nuevo liderazgo, renovador y probadamente capaz de llevar al Cauca a un nuevo nivel que le posibilite reinventarse y transformarse en un proyecto viable y ejemplar de sociedad, donde los pilares fundamentales sean la unidad, la inclusión, la seguridad, la legalidad, la prosperidad colectiva, la paz perdurable, la productividad sostenible y la competitividad integral.
En ese sentido, dentro del abigarrado y confuso abanico de candidatos y precandidatos que actualmente "suenan" para aspirar a la Gobernación del Cauca en las elecciones del próximo mes de octubre, descolla un nombre ampliamente reconocido y respetado por la inmensa mayoría de los caucanos: el del empresario Carlos Felipe Muñoz Bolaños.
Varias son las características y cualidades que apuntalan ese afecto y ese reconocimiento:
Es un innovador social, que con visión estratégica y de progreso está impulsando a nivel nacional e internacional valiosos proyectos empresariales en torno al aprovechamiento industrial y medicinal de los cultivos de cannabis, así como la masificación de la utilización de energías renovables, basado todo ello en la alianza productiva y equitativa con comunidades campesinas de la región.
Es un empresario exitoso, que a base de trabajo decente e incansable ha logrado consolidar un grupo empresarial ampliamente diversificado que sustenta miles de empleos dignos, que genera transacciones a nivel nacional e internacional, y que se encuentra ranqueado entre los 300 conglomerados empresariales más grandes del país.
Es un hombre con una estabilidad económica y financiera plena y ampliamente consolidada, que ha decidido entrar a la política porque ve en ella un medio eficaz para materializar su genuina vocación de servicio, y no como un medio espurio de botín personal. Felipe Muñoz quiere dejarle a su tierra un legado respetable y honesto de progreso y modernidad.
Sin haber ocupado jamás un cargo de dirección o poder público, ha ayudado y apoyado silenciosamente a numerosas personas y comunidades, lo cual es una muestra fehaciente de su talante magnánimo y de gran ser humano.
Se siente profundamente orgulloso de ser caucano y payanés, y ha dejado muy en alto a su tierra en diferentes escenarios a nivel nacional e internacional.
Felipe Muñoz es un negociador efectivo, conciliador, leal, sencillo, cercano a la gente, amigo de sus amigos y que no reconoce enemigos, siempre respetuoso y decente para aquellos con quienes disiente en ideas o visiones.
Tiene un capital electoral probado y consolidado, y basta con recordar que hace cuatro años, cuando decidió incursionar por vez primera en la política, logró casi 180.000 votos a gobernación, la cual constituye la tercera votación más grande en la historia electoral caucana.
Tiene el talante, el carisma y el liderazgo necesarios para unir al Cauca (por primera vez en su larga historia de inequidad, exclusión y división) en torno a grandes proyectos y propósitos colectivos de región, lo cual es un factor sine qua non para cambiar de una vez por todas el destino de esta tierra y de sus comunidades.
Ha llegado pues la hora para que el Cauca, el pueblo caucano, la caucanidad auténtica, de un paso adelante, firme y digno, para brindarle la oportunidad a Carlos Felipe Muñoz Bolaños de demostrar que somos una región y una sociedad viable, capaz de construir proyectos de vida prósperos y decentes para las generaciones de caucanos y caucanas presentes y por venir.
El cambio, la renovación y la transformación no son quimeras inalcanzables, son en realidad propósitos justos y alcanzables que están a un solo y sencillo paso: ¡darle por fin la oportunidad a los mejores! Y en esta coyuntura histórica del Cauca, Carlos Felipe Muñoz Bolaños es sin duda alguna el mejor.
Caucanos por y para el Cauca.