Es un nariñense que se radicó en Bogotá porque en la capital encontró las oportunidades que buscaba. Tiene la convicción de que eso no lo aparta de los problemas de su departamento y la región, pues ha contribuido con el desarrollo de sus coterráneos de manera permanente.
Carlos Enrique Ortiz Burgos nació en Pasto. Es bachiller del Colegio Javeriano y contador público de la Universidad Libre, además cuenta con especializaciones en la Universidad Piloto de Colombia. Su experiencia laboral comprende quince años como gerente administrativo y financiero de las empresas del holding corporativo Parodi en el sector del transporte marítimo, miembro del consejo académico de la Fundación Universitaria Empresarial de la Cámara de Comercio de Bogotá y miembro de la junta directiva de la organización BASC Colombia.
Como empresario creó sus propias empresas a través de las cuales ha generado empleo para más de un centenar de familias en Bogotá. “Es de alguna manera, cuando se genera empleo con la idea de construir tejido social que se dignifica al ser humano, al mismo tiempo que se contribuye con el desarrollo económico del país”, comenta.
Dentro de su visión social y humana tiene claro que la rentabilidad que puede generar un trabajo no debe quedarse solo en las arcas del propietario, ya que los empleados merecen compartir el éxito económico, pues ellos contribuyen de manera directa a la generación del mismo y los logros de la organización.
“En consecuencia, y desde mi punto de vista, no se puede construir sociedad, ni tejido social, ni estructuras económicas; en últimas, no se puede construir país, sin generación formal de empleo con un profundo sentido de la responsabilidad social”, explica.
Con relación al departamento de Nariño, piensa que con apoyo a la tecnificación y créditos permanentes para el sector agropecuario, con estímulos tributarios y la generación de una línea agroindustrial articulada con la ganadería, con una política orientada a buscar y fortalecer mercados externos, así como una lucha más frontal contra la economía ilícita de la costa nariñense, las condiciones económicas de la comunidad pueden mejorar de manera importante.
Emprendedor y amable, así es Carlos Enrique Ortiz Burgos, un pastuso que se impone en el complejo mundo de los negocios, que cuenta con un amplio conocimiento de los factores que determinan la solidez económica de la sociedad en general y que es ejemplo para generaciones de jóvenes que se enfrentan por primera vez (y no sin temor) al mercado laboral.