El momento más especial que todos recuerdan de la Selección Colombia sub-20 fue en aquel mundial de 2011 realizado en suelo colombiano. Aquella selección de James, Michael Ortega, Luis Fernando Muriel, Santiago Arias y compañía ilusionó a todos con un posible título mundial y aunque toda la ilusión se fue en cuartos de final, fue un torneo muy recordado por todos los cafeteros.
De aquel gran momento en adelante, la Selección Colombia juvenil fue decayendo en el nivel hasta fracasar en los Olímpicos de Rio 2016 y no clasificar al mundial de 2017. Esos fracasos hicieron salir a "Piscis" Restrepo y la Federación Colombiana de Fútbol trajo como reemplazo a Arturo Reyes.
Tener a Reyes fue continuar con un proceso mediocre que con lo justo clasificó al Mundial de 2019 pero no lo logró para los Olímpicos de Tokio 2020. Entre la vergüenza por no clasificar en un torneo que se jugó de local, hubo un gran jugador que destacó siempre en todo el proceso de Reyes: Carlos Eccehomo Cuesta.
Cuesta nunca fue uno más en el equipo, sino que era el capitán de la Selección sub-20 de Reyes. Pese a ser defensa central anotó el agónico gol de la clasificación a Polonia 2019 en el partido contra Chile y después de ese torneo fue comprado por el Genk de Bélgica, tras sus buenos años como juvenil en Atlético Nacional.
El técnico que precisamente hizo debutar a Cuesta como profesional fue Reinaldo Rueda en 2016. Tenía tan solo 17 años y el vallecaucano lo empezó a integrar con el equipo profesional, siempre creyente en sus capacidades y su talento pese a la edad. 5 años después Rueda estaba en la Selección Colombia y nuevamente volvió a confiar en Cuesta.
En su primera convocatoria como técnico después de Queiroz, Rueda no dudó en llamar a Carlos por primera vez a la selección de mayores. El joven chocoano esperó pacientemente su oportunidad hasta que le llegó en septiembre en la victoria 3-1 contra Chile, donde no se notó que era su debut.
Firme en defensa, anticipando a los rivales y con criterio a la hora de salir con balón, le bastó un partido para afianzarse en la selección. Cómo será de bueno que ya con Mina y Davinson disponibles, Rueda sentó a Sánchez para seguir dándole juego a Cuesta y por ahora, en tres partidos no ha decepcionado. El gran capitán de la sub-20 de Reyes por fin llegó a la tricolor y no tiene intenciones de salir del 11 titular, con 22 años pinta a ser el futuro líder de la zaga defensiva colombiana y tomar el relevo de históricos como Yepes, Córdoba, Perea y compañía.