Pocos se atreven en el país en este momento a criticar a James Rodríguez. Ya pasó sus peores años en el Real Madrid y ahora parece renacer en el Everton. Sin embargo Carlos Antonio Vélez continúa dándole garrote al colombiano. Lo hacía desde que James estaba en la cresta de la ola, justo cuando terminó el partido contra Uruguay por los octavos de final del Mundial de Brasil, Vélez dijo esto sobre el crack cucuteño: : “Yo a James no le he regalado nada y tampoco le voy a quitar nada, hasta el partido contra Ecuador, para mí era defraudante, ah, claro, todo el mundo decía ‘qué jugador, qué técnica’ pero yo tengo una visión del fútbol especial: y que fue la que me enseñaron y me voy a morir con ella… y dentro de esta visión del fútbol a mí no me cuadraba James”.
El argumento del analista es el mismo por el que Zidane decidió bajarle el pulgar y que también le ha generado críticas incluso en el Everton, James no se sacrifica. Es un jugador que cuando tiene la pelota posee la magia pero que cuando la pierde no ocupa los espacios para marcar. No creemos que haya nada personal de Carlos Antonio Vélez contra James, es sólo una crítica válida. Lo que parece muy valiente es que se atreva a decir esto ahora, cuando la Jamesmanía desborda las redes socailes: “Lo de James está sobrediagnosticado. Está en su salsa, le permiten jugar, correr poco y eso en el asunto marca está totalmente demostrado. Además, juega con intensidad muy baja y eso le alcanza para destacarse en un equipo como este. Hay que superar ya lo del Real Madrid, los ‘Jameslovers’ pueden estar tranquilos”
Hay quienes dicen que la rabia de Vélez, acostumbrado en época de Bolillo y Maturana a entrar cuando quisiera al camerino y tener exclusivas. Con estas estrellas del fútbol mundial como James la cosa es difícil. El punto es que no se debe crucificar a Vélez. Al contrario, necesitamos un periodismo más frentero, atrevido, ojalá no llevado de malas intenciones y de mandados personales como el que hace Oscar Rentería contra Queiroz. A James claro que le hace falta trabajo táctico y sacrificio. Es una estrella pero no es una hormiga.
