El senador más votado del Partido Conservador, quien apoyó a Gustavo Petro y arrastró a la bancada azul a convertirse en partido de gobierno para luego entronizarse como pesidente de la colectividad, está decidido a contener las fuerzas de oposición dentro de los azules que lo quieren remover del cargo.
Empezó por La Guajira donde obtuvo 20 mil votos de la mano de los alcaldes de Uribia, Bonifacio Henríquez; de Villanueva, Alberto Barros; y de Barrancas, Iván Mauricio Soto (primo del representante Juan Loreto), quien también lo apoyó, y el contralor departamental Alberto Henríquez. El hoy presidente del Partido prometió de todo, hasta gobernador conservador en las próximas elecciones.
Mientras el senador se mueve para asegurar las bases, aprovechando la cuota que le dio el presidente Petro, el ministerio de Transporte (en cabeza de Guillermo Reyes), el expresidente Andrés Pastrana, exministros como Fernando Araujo y Juan Gabriel Uribe y exparlamentarios como David Barguil, además de exembajadores y exdirigentes de peso regional están en la lucha por no permitir la toma del Partido por parte de Trujillo –quien arrancó en la política como alcalde de Bello y de la mano de los condenados Suarez Mira- , con un pasado non-sacto y varias investigaciones abiertas en la Corte Suprema además de sus actuaciones políticas que riñen con la tradición conservadora.