Puede que esta reforma sea necesaria para suplir las necesidades urgentes de la nación, pero muchos temen que esta reforma se convierta en una pesada carga para nuestra inestable y golpeada clase media.
¿Se gravarán los productos básicos de la canasta familiar? ¿A quiénes se les devolverá el IVA? ¿Cómo se llevará a cabo este proceso?
Mientras nosotros los ciudadanos del común esperamos a ver lo que nos depara el futuro en materia tributaria, no son pocos los que dicen: “Reforma sí, pero no así”.