Hay quienes creen que podría ser cabeza de lista al Senado por el Centro Democrático, otros creen que podría lanzarse al Congreso, incluso hay quienes lo ven como un posible candidato a la presidencia de la república para las próximas elecciones.
Aunque esto último es improbable, no sería motivo de sorpresa que el uribismo le diera la espalda a Duque, que seguramente terminará quemándose ante la opinión pública con el debatido asunto de la reforma tributaria.
Sin embargo, la realidad es que la perpetuación del uribismo en el poder sería desastrosa para la nación. Definitivamente, este no es tiempo para andar siguiendo delfines.