Desde que empezaron a implementarse medidas para mitigar los efectos económicos del COVID-19 en nuestro país, se han presentado en todo el territorio nacional numerosas denuncias por posibles casos de corrupción, los cuales van desde sobrecostos en mercados para familias vulnerables a irregularidades en la asignación de subsidios.
Jugar con los recursos públicos en medio de una emergencia de semejantes proporciones es una verdadera infamia. ¿Habrá acaso un límite para el cinismo de nuestra corrupta clase política?