Se evidencia una más de las triquiñuelas del expresidente Iván Duque, pues este último premió a 37 oficiales cercanos a él mediante comisiones en embajadas o en roles que les permita estudiar fuera del país.
¿Abra algo de meritorio en este obsequio o solo se debe a la típica lambonería?
Dicho de otro modo, parece casi irrisorio cómo la administración del exmandatario se asemeja casi que al ejercicio de un contador con experiencia, pero con experiencia para beneficiarse a sí mismo y a quiénes, durante su mandato, lo favorecieron constantemente.
Ahora nos quedamos con esta jugada de poder y el sabor amargo en la boca.
Vale la pena pensarlo.