Si tenemos en cuenta que el debut televisivo de la actriz fue en el 72, podríamos decir que tiene medio siglo en televisión. Suficiente. La señora Grisales ya nos tiene mamados y Caracol no entiende eso. Quiere meterla hasta en la sopa. Como si no fuera poco con meterla de jurado en cuanta temporada hay de Yo Me Llamo, ahora el canal anuncia con bombos y platillos el estreno de la segunda temporada de Las Muñecas de la Mafia, diez años después de la primera en 2009. Adivinen quién es la flamante protagonista de la historia.
A decir verdad los dotes histriónicos de la señora Grisales dejan mucho que desear. A lo largo de toda su extensa carrera solo ha interpretado un personaje; el de ella misma. Las caracterizaciones de la diva solo varían en vestuario y nombre. Por lo demás, sus gestos, su tono de voz y sus expresiones son siempre las mismas. De hecho, en nada cambia su personaje de Lucrecia, en las Muñecas de la Mafia, con lo que la vemos hacer en Yo Me Llamo, sigue siendo ella misma. Solo tiene dos méritos: mantenerse a los 62 años mejor que tres de 20, y estar en primera fila de todas las posesiones presidenciales. Ninguno tiene relación con su calidad actoral, la cual deja mucho que desear.
Si Amparo Grisales fuera una consagrada actriz cuyos personajes conmovieran a los colombianos, se entendería por qué después de tantos años sigue vigente en televisión. Pero como no es el caso, la situación es lamentable porque deja claro que la tv nacional, al igual que muchos campos en este país, es una sola rosca donde es imposible ascender a punta de talento. La excesiva presencia de la diva en televisión es equivalente a las puertas que le cierran en la cara a jóvenes actrices que intentan abrirse camino en el cerrado medio de la actuación en Colombia, que solo tiene oportunidades para los mismos con las mismas.
La petulancia de Amparo Grisales es tan grande que ni siquiera un libreto es capaz de esconderla. Los libretistas casi que tienen que escribirle los personajes. En 2007 Julio Jiménez le escribió Madre Luna, una telenovela completa para ella sola, que por cierto fue un fracaso. El personaje que vuelve a traer a Grisales a la pantalla esta noche está casi que calcado a su medida. No es de extrañar que ella siga siendo la gran diva en este país donde la gente tiene poca o nula conciencia de que engrandece idiotas todos los días.
Larga vida a Amparo.