Aunque en teoría las capacitaciones realizadas por las cajas de compensación son bien intencionadas y con ellas se busca hacer una especie de “coaching personal”, como me lo describió uno de los asesores que me informó acerca de este curso obligatorio —de no tomarlo, no entregan el subsidio de desempleo—, la verdad creo yo son una pérdida de tiempo.
No veo por qué una capacitación que bien podría ser de un solo día, se termina extendiendo durante 6 larguísimos días de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Estas solo son para explicar cosas obvias como no poner meloserías o fotos personales de cuerpo entero cubriendo el fondo de la página de la hoja de vida, no llegar a la entrevista con la camiseta de Millos o Nacional, y mucho menos tomado, drogado o tarde.
En cambio, a la hora de hablar de temas reales y serios, las respuestas no ayudan. Por ejemplo, cuando alguien indagó sobre cómo explicar a la psicóloga que del empleo anterior lo echaron por pendejo y por confiar en sus compañeros, las respuestas de los instructores son un tanto evasivas, puesto que no se recomienda hablar mal de nadie. Así que en teoría es mejor decir que se renunció porque no estaba generando un “impacto innovador” y era mejor buscar otros campos, así estos campos ya nos llevaran por los 2 meses de desempleo, los ahorros mermando y cruzar los dedos para que la chica hipster de la nueva empresa no sea amiga de los hipster de la anterior y reconfirmen a punta de pasillo la realidad.
Otra cosa insufrible es que se mezclan personas con algún nivel académico con otras personas que no tienen casi ninguno y eso es un problema porque las personas con menos nivel académico se la pasan tomando el pelo, distraídos, criticando o hablando mal de alguien o simplemente no entienden nada y se la pasan interrumpiendo las capacitaciones.
Lo peor de todo es que son simplemente datos y actitudes muy obvias que se recomiendan seguir, pero que no solucionan el problema de fondo que causa el desempleo. Por ejemplo, no se capacita en negociación ni en cómo mejorar la contratación para acabar con la imposibilidad de adquirir experiencia laboral. Lo que me lleva a que es absurdo que a los trabajadores mayores no se les tenga en cuenta, no solo a los que tienen experiencia, sino a los que no. Alguien mayor de 28 años no puede participar en las convocatorias de primer empleo (hay mucha gente de más de 35 años estudiando y no pueden acceder a las vacantes y prácticas relacionada con su profesión porque son en teoría para menores de 28 años), como si el deseo de conocimiento y las obligaciones diarias de los más grandes fueran menos importante que las de los más jóvenes.
Las instalaciones donde se dan estas capacitaciones deberían estar dotadas de neveras especiales que permitieran congelar la edad de los participantes para que en ningún caso se sobrepasen los 35 años de edad. También se debería promover el acceso a la educación estatal que permita adquirir el perfil que se necesita para no volver a estar en el pozo del desempleo, existir verdadero acompañamiento y recursos para emprender un negocio. Es que las cajas de compensación no han entendido que más de uno no desea seguir como empleado, porque serlo es el peor negocio en un país como Colombia. Acá los empresarios se la pasan quejándose de la crisis, mientras viajan durante meses por Europa o en su yate por el Caribe. Como dijeron hace años los avicultores, que el negocio de la avicultura solo daba para jugar golf una vez a la semana, mientras eso sí, muy cuidadosamente, despedían empleados de las granjas y asignaban el trabajo de dos personas a una sola con el mismo sueldo y luego no entendían por qué ese trabajador cambiaba azadón por fusil.
En pocas palabras, estas capacitaciones son una pérdida de tiempo porque no solucionan mucho y en cambio terminan dando la impresión de que es un negocito más de las cajas de compensación con los recursos públicos que manejan, que a menudo dan ingresos importantes que no se ven retribuidos ni en los servicios que prestan ni en el diseño de programas que como este se quedan cortos y terminan aburriendo por su obviedad, breaks ,dinámicas de grupo, osos grupales, etc. Poner a actuar o inventarse canciones bobas no tiene mayor gracia en un grupo de adultos desempleados y claro no olvidemos las pausas activas, porque si hay algo peor que perder el tiempo en casa es perder el tiempo haciendo payasadas con aire comercial y todo por dejar de soñar con conseguir un empleo que posiblemente no llegaré porque tu perfil o edad simplemente no sirven.