Solo faltan tres semanas para las elecciones a Congreso y este año por fin se estrenarán las 16 curules paras las víctimas que quedaron acordadas en el acuerdo de paz de La Habana.
Sin embargo, la campaña a duras penas ha comenzado para los aspirantes a dichas curules porque no tienen plata para financiarse. Y es que según quedó regulado, es el Gobierno nacional el que debe entregar los anticipos para los 390 candidatos en todo el país: víctimas debidamente identificadas en el registro único nacional. Pero ninguno ha recibido plata.
El Ministerio de Hacienda ya giró los más de $7.000 millones destinados a la campaña, pero el Consejo Nacional Electoral, que debe entregar el dinero, no ha dado todavía un peso porque ha sido imposible que los candidatos encuentren una aseguradora que les expida la póliza de seguro, un requisito indispensable para entregar los dineros.
Sin dinero la mayoría de las campañas están en el lodo, aunque algunos candidatos que van con respaldo político de casas tradicionales en las regiones, una ventaja que pone en jaque a las curules de paz.