El Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional, informó hace unos días los cuatro nombres que participarán en la competencia para reemplazar a la actual rectora, Dolly Montoya, quien, además de haber sido la primera mujer en ocupar dicha dignidad, busca su reelección para el período 2021-2025. Entre ellos estaba Moisés Ildefonso Cetré Castillo. Su nombre motivó una campaña de denuncia en Twitter por presuntas denuncias por acoso sexual.
Con el hashtag #Conacosonohayrectoria, estudiantes de la UNAL comentaron sus intimidantes experiencias con el profesor Cetré, quien cuenta con un proceso archivado por denuncias de posible acoso y amenaza en la universidad.
He estado siguiendo lo que pasa en la Universidad Nacional en donde un profesor acusado de acoso sexual, fue aceptado como candidato a la rectoría. Me parece indignante y me indigna de manera personal porque fui monitora de él y le tenía pánico #ConAcosoNoHayRectoria
— IsaM (@IsaDynamite) February 21, 2021
Aseguran incluso que situaciones similares ocurrieron hace 20 años, cuando se desempeñaba como coordinador de la escuela de Economía UIS en Bucaramanga. Serían más de 10 los relatos que presuntamente explicarían el modo de operar del profesor: invita a las estudiantes para ser sus monitoras y una vez el contacto se establece, las víctimas aseguran que reciben llamadas a deshoras y “mensajes inapropiados”, a los que si no acceden, las “amenaza” con sacarlas del cargo.
La Universidad explicó que el profesor no tenía ningún proceso disciplinario abierto en la actualidad pero que sí tuvo un trámite disciplinario por hechos de posible acoso sexual y amenaza, que concluyó con decisión de archivo el pasado diciembre de 2020.
Con estos hechos, representantes estudiantiles relacionados con el Observatorio de Asuntos de Género y los comités de Asuntos de Género de las sedes Bogotá, Medellín y Manizales, enviaron un derecho de petición a distintas instancias de la universidad pidiéndoles claridad sobre los procesos en los que Cetré podría estar. Estas fueron sus solicitudes:
Las representantes estudiantiles de la OAG aseguran que las instancias de la Universidad se “pasan la pelota”, pues la veeduría Disciplinaria no sentenció la sanción disciplinaria y según la respuesta de la Universidad ante las solicitudes, la Secretaría General no verifica las denuncias por violencia de género para aspirantes al cargo de dirigencia de la Universidad.
“Cabe señalar que dado que la normatividad vigente no restringe la participación en el proceso de designación de Rector a los aspirantes que se encuentren vinculados a un proceso disciplinario en calidad de indagado e investigado o sobre los cuales se haya presentado alguna denuncia por violencias basadas en género, la información sobre estos aspectos no es verificada. No obstante lo anterior, se aclara que la información que se verifica es la relacionada con antecedentes penales o disciplinarios producto de sentencias o fallos debidamente ejecutoriados...” explica la UNAL en un correo electrónico enviado a las representantes para resolver sus peticiones. Ellas aseguran que “la Universidad Nacional está incumpliendo con el Acuerdo 035 del 2012 (política institucional por la equidad de género e igualdad de oportunidades), al no tomar ningún tipo de medidas de prevención ni detección, y a su vez, siendo agente activo en violencia institucional, por negligencia y falta de debido proceso con enfoque de género”
La indignación aumentó, cuando Cetré hizo uso del correo institucional para “defenderse” de las acusaciones, enviando correos electrónicos a estudiantes y docentes.
Los estudiantes ahora mueven una nueva campaña para votar en blanco el 18 de marzo, cuando la Universidad realice la consulta interna en la que participará toda la comunidad académica, como rechazo a esta situación.