Colombia es una ruta terrestre obligada para los miles de migrantes de África, Asia, Cuba y Haití porque Ecuador es el único país americano que no exige visa de corta estancia a casi ninguna nacionalidad del mundo. Al menos 10.000 migrantes se encuentran represados en el Urabá antioqueño, zona fronteriza con Panamá, precisamente por el endurecimiento de las políticas migratorias impuestas por dicho país que no les han permitido abandonar el territorio colombiano. Ante la situación, la canciller y vicepresidente Marta Lucía Ramírez viajó a Ciudad de Panamá acompañada del ministro de Defensa, Diego Molano, para reunirse con sus homólogos y buscar soluciones para la crisis. Con el característico enfoque del gobierno, una de las conclusiones fue que se trabajará con la Interpol con el propósito de “judicializar a los responsables del delito de tráfico de migrantes y encontrar soluciones de fondo para la situación”.
Sin embargo, en medidas que permitan descongestionar el municipio antioqueño, dicha reunión no logró suscribir acuerdos concretos. Razón por la cual ambos gobiernos vuelven a reunirse este lunes de forma urgente en Ciudad de Panamá, adelantando una reunión agendada para el próximo 11 de agosto.
Le puede interesar:
