Introducción
Con Campo Elías Galindo —historiador, profesor y revolucionario comprometido con el cambio en Colombia— hay una deuda inmensa que estamos en mora de empezar a pagar.
Deuda con quien en su vida aprendió la historia como sistema y síntesis. Con quien cultivó desde el amor el conocimiento, la reflexión fundamentada e hizo de la palabra un compromiso. Todo eso y más es Campo Elías. ¿Y qué mejor forma de pagar la deuda al artesano que no sea reproduciendo sus propias palabras?
Ese es el motivo de este texto, dar a conocer sus lúcidos retratos de una sociedad distópica y anómica como la colombiana, que parece haberse quedado detenida en el tiempo en un largo túnel de espanto y horror.
El texto es la transcripción de su intervención en el video-foro, Qué hay detrás de la crisis de EPM y quiénes son los verdaderos dueños de EPM.
En él expone de forma sencilla, sistemática y elocuente la trama de intereses detrás del proceso de privatización de Empresas Públicas de Medellín (EPM), de espaldas a sus verdaderos propietarios, los usuarios de sus servicios y ciudadanía de Medellín.
Es, así mismo, una clase magistral de la breve pero imbricada historia de EPM y del proceso humano, colectivo y generacional que hay detrás de la construcción de Medellín como la ciudad que es hoy.
Campo Elías poseía, es un honor decirlo, grandes virtudes. Fue un consagrado estudioso y un gran humanista; virtudes que cultivó desde joven. Tenía, además, la costumbre de exponer sus argumentos con la rigurosidad, paciencia y laboriosidad propia del artesano especializado.
Era, no cabe la menor duda, un especialista en armar y desarmar meticulosamente las maquinarias de los relojes de la historia, sobre todo de aquellos que han contado las horas, los días, los meses, los años y las décadas que llevamos de conflictos sociales en Colombia.
La transcripción recoge resumidamente lo esencial de una larga intervención suya a la cual se es lo más fiel posible.
Los cambios que se hicieron al texto original son pocos, gramaticales y de forma. Lo que está en itálicas se hizo luego de una revisión detallada y de la corrección de lectura con la idea de hacerlo más fluido. Finalmente, se hizo cambio del orden de la intervención, el punto VIII donde responde preguntas del público se pasó al final del texto para no interrumpir los (5) puntos en que dividió la intervención, que hizo en dos partes por reglamentación y metodología del foro.
En el foro del que extraemos las palabras de Campo Elías participaron también Luz María Munera, exconcejal de Medellín y actual presidenta del Polo Democrático de Antioquia y Carlos Posada, dirigente sindical y actual presidente del Sindicato de Trabajadores de EPM, SINTRAEMSDES.
1. La fundación de EPM y la construcción de Medellín por etapas
“En primer lugar quiero plantear, ¿qué significa Empresas Públicas (EPM) para esta ciudad?
Medellín como toda gran ciudad, es una gran obra pública, la ciudad toda considerada en su conjunto, es una obra pública de dimensiones mayúsculas.
Como toda gran obra pública, Medellín se ha construido por etapas y por generaciones; a cada generación le ha correspondido construir una etapa de esa gran obra que es Medellín. Parte fundamental de ella, es EPM, la empresa qué nos garantiza los servicios públicos domiciliarios.
Últimamente, a propósito de la discusión sobre EPM, muchos compañeros y amigos han puesto a nacer la empresa en 1955.
Yo les quiero hacer caer en cuenta que esa es una verdad a medias o una verdad meramente jurídica. Porque Empresas Públicas en 1955 lo que hace es aprovechar el capital, el conocimiento acumulado y la infraestructura de otra empresa que ya existía y se llamaba empresas públicas municipales, creada en 1920 y que a la vez fue la unión en una sola de 4 ó 5 empresas pequeñas donde cada una, por su lado, trataba de satisfacer las necesidades en materia de servicios a los ciudadanos.
Entonces había una pequeña empresa municipal de acueducto, otra de energía, otra de telefonía, etc. En 1920 lo que ocurre es que todas esas empresas públicas se unifican en las Empresas Públicas Municipales, que luego se convierten en Empresa Públicas en 1955.
Todo esto para indicar que el tema de EPM, si vamos a ser estrictos, habría que retrotraerlo hasta fines del siglo XIX. Por eso empecé diciendo que esta es una ciudad construida por etapas. Digamos que, a cada generación pasada, a nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos les tocó construir una etapa de esa obra pública Medellín y una etapa de lo que es EPM hoy.
De manera que, cuando hablamos de privatización, estamos hablando de palabra mayores. Así, hablar de EPM es hablar del pasado, del presente y del futuro de Medellín. Es decir, cuando hablamos de privatización, estamos hablando de la privatización de la herencia. De la herencia que nos han dejado nuestros antepasados. Y esa privatización está ocurriendo, no es una expectativa, no es una posibilidad, no es un riesgo, sino que es una realidad. Y es una realidad no únicamente por los 9.9 billones de pesos que se han perdido en Hidroituango, sino también por los 2.7 billones de sobrecostos de Porce III que hemos perdido los ciudadanos, que somos los dueños de la empresa.
También tendríamos que hablar de los 0.9 billones de sobrecostos perdidos en BONO, la Hidroeléctrica panameña. Y tendríamos que hablar también de los recursos perdidos por el traspaso de nuestras empresas de telecomunicaciones que antes tenían su nicho en EPM, a Milicon en el 2006”.
2. La contradicción principal
“El segundo punto al que me quiero referir es el tema de la contradicción. Alrededor de esto lo que hay es un enjambre de contradicciones. Digamos, por materialismo dialéctico elemental, sabemos que el mundo, la vida y la sociedad, están hechas de contradicciones. Pero siempre hay contradicciones generales, principales o más importantes que otras. Por lo que he dicho anteriormente, nosotros consideramos que la principal contradicción en este conflicto que se presenta, es la contradicción entre los propietarios de la empresa que somos nosotros, los que la hemos heredado y, por ahora, los privatizadores.
Yo creo que no entender esa contradicción que es fundamental, la contradicción que organiza a las otras contradicciones, está llevando a muchas personas a muchas conclusiones, y le está permitiendo a muchas personas buscar tribuna para ver desde lejos lo que está ocurriendo dentro de EPM como si fuera un problema ajeno.
Hay por lo menos tres tribunas, a las cuales están llegando algunas personas que no entienden cuál es la contradicción principal.
Una, es la de considerar que este problema es una disputa ajena. Que es un asunto entre el alcalde y el GEA y otros grupos económicos o entre unos partidos políticos y otros. Esa es una manera de evadir el problema que no es correcta, y lo que hace es mirar el problema desde la tribuna.
El otro equívoco segunda tribuna que lleva a no reconocer esa contradicción principal, es pensar que EPM ya está privatizada, que entonces no hay nada qué hacer y que se la dejemos al GEA o al que se la quiera tomar. Esa es otra equivocación. Porque dentro de EPM hay un patrimonio público importante que tenemos que defender, más el que ya ha sido expropiado, y los tenemos que recuperar.
La tercera tribuna —yo las llamo tribunas porque son maneras de evadir el problema— es considerar que el problema es un problemita. Entonces, lo que hay detrás es un problema mucho más grande en el cual uno se puede refugiar para no entender cuál es el problema principal.
Normalmente las personas que dicen que el problema no es el problema, generalmente hacen una mezcla entre actitudes radicales con concepciones conspirativistas, digamos, que empiezan siempre los análisis diciendo que esto es una cortina de humo. Casi siempre consideran que todo es una cortina de humo. Entonces terminan evadiendo los problemas y en este caso dejando que el tema de EPM lo resuelvan actores que no lo pueden resolver”.
3. La privatización de EPM
“El tercer punto es tratar de caracterizar la privatización que se da en EPM. La mayoría de los ciudadanos no entienden el tema de la privatización de EPM. La privatización de EPM se da de una manera silenciosa, eso quiere decir, que se da de puertas para adentro. La privatización de EPM es una privatización desde adentro.
A diferencia de las privatizaciones comunes y corrientes que los ciudadanos identifican como operaciones de compraventa. Donde las empresas cambian de persona jurídica, cambian de razón social, a veces cambian de personal, entonces la gente identifica eso como una verdadera privatización. A eso le podemos llamar exoprivatización. Es decir, esas son privatizaciones hacia afuera, que son las que todo mundo identifica.
Pero el caso de EPM, es de una endoprivatización, o sea, de una privatización hacia adentro. Donde los agentes privados que están vinculados a la empresa, aprovechan la estructura de esta, la cultura empresarial y los recursos de la misma, para crear y desarrollar mercados internos.
Entonces, ese proceso que se hace principalmente a través de la contradicción, termina en la generación de unos pulpos económicos internos, que finalmente terminan tragándose la empresa, convirtiéndola en una empresa privatizada desde adentro”.
4. El gobierno corporativo
“Cuarto punto, el tema del Gobierno Corporativo (GC). ¿Por qué? Porque esa endoprivatización, privatización desde adentro, se da principalmente a través del GC.
Si nosotros leemos los pronunciamientos de los anteriores directivos de EPM, vemos que en todos sus comunicados, en todos sus pronunciamientos, casi de lo único que echan mano es del tema del GC. O sea, para ellos el gran pecado de EPM y el alcalde es haber violado el GC, el GC es su ley motiv, es casi que la razón de ser de su descontento. Entonces yo creo que por eso hay que entender muy bien de qué estamos hablando cuando hablamos de GC.
El GC es de alguna manera una cultura empresarial cuyos inicios algunos remontan hasta la crisis mundial del año 29 y 30 del siglo pasado. Son culturas empresariales que se han venido desarrollando y que en la época del neoliberalismo han sido asumidas por organizaciones internacionales como la OCDE, la Corporación Andina de Fomento y la Superintendencia de Sociedades que teóricamente lo que buscan es un equilibrio entre los diferentes grupos de interés que giran al rededor de la compañía.
Como alrededor de EPM existen los propietarios, los directivos, los administradores, los empleados, los clientes, los usuarios (verdaderos propietarios de a empresa), los inversionistas, los contratistas, etc; todos tienen intereses legítimos al rededor de la empresa. Entonces el GC se propone ponerlos en equilibrio, pero principalmente poner en equilibrio, dicen los ideólogos del GC, a los propietarios con la empresa.
En últimas, lo que busca la OCDE con las tesis del GC es que la toma de decisiones en las grandes empresas públicas no pase por el proceso político, sino por procesos de mercado. Y para que no pasen por el proceso político, entran en un proceso de control de la autoridad del Estado sobre las empresa públicas.
Por eso la pieza fundamental del GC que reclama el GEA, consiste en que el alcalde tenía que pedirle permiso a la junta directiva, para poder tomar decisiones como el representante de los dueños de la empresa. Todos sabemos, gústenos o no, que el alcalde es quien nos representa a los propietarios de la empresa en la junta directiva. Entonces, según la junta directiva y el GC, el alcalde no podía tomar decisiones trascendentales sin contar con ellos.
Es decir, la junta directiva finalmente terminó reconociendo que fue informada por el alcalde de que se iban a hacer las conciliaciones. Pero lo que terminaron reclamando era que el alcalde no puso a consideración de ellos la decisión, es decir, no la sometió a una discusión como venían haciendo los anteriores alcaldes, que ponían a consideración de la junta directiva las grandes decisiones de la empresa que finalmente recaían sobre la responsabilidad de los dueños, fundamentalmente.
Entonces la endoprivatización, la privatización desde adentro de EPM, tiene una pieza fundamental, una pieza clave, que es el GC.
Si uno lee el convenio marco de relaciones o lo que en EPM se llama el convenio de gobernabilidad, el documento político a través del cual el municipio de Medellín y la empresa EPM se ponen de acuerdo sobre las condiciones mutuas; o sea, el municipio dice, EPM se obliga conmigo a...y a su vez la empresa le dice al municipio y usted se obliga conmigo a...lo que uno encuentra es que al alcalde se le ponen un conjunto de líneas rojas para que no pueda intervenir sobre asuntos fundamentales de la empresa. Lineas rojas: no puede intervenir en la contratación ni puede intervenir en el nombramiento de personal, fuera de los de la junta directiva. Lineas rojas para poner a raya la autoridad del Estado dentro de la empresa.
Ese GC fue adoptado por EPM principalmente en el año 2006, y desde allí para acá los alcaldes que nos han precedido han cohonestado, han aceptado de buena gana, han tolerado todos los planteamientos del GC que los amarran a las decisiones de la junta directiva y al amarrarlos a la junta directiva, los amarran a los intereses privados dentro de la empresa”.
5. Organizar una fuerza ciudadana para enfrentar la privatización de EPM
“Yo creo que lo que necesitamos los ciudadanos, nosotros los propietarios de la Empresa EPM, es organizar una fuerza, que esté en capacidad de hacer con Empresa Públicas un corte de cuentas.
¿Qué es un corte de cuentas? Es trazar la raya, garantizar que de aquí en adelante no va a continuar el proceso de privatización de la empresa. Y eso implica hacer cuentas, fijar unas responsabilidades, definir cuáles han sido las pérdidas y definir cómo se van a recuperar esas pérdidas.
Pero también significa tomar unas medidas de carácter político, algunas en materia de representación y de control social que ya en el foro han mencionado de alguna manera.
Hacer una revisión de todos los documentos, todos los principios y todas las normas que en el caso de EPM se han cobijado bajo el comodín del GC”.
- La creación de la veeduría
“La creación de la veeduría no es otra cosa que la expresión organizativa del interés del GEA de mantener el estatuo quo dentro de EPM, mantener el proceso de privatización y de expropiación, mantener la captura del poder representativo del alcalde dentro de la junta directiva, mantener a raya el poder político, garantizar que todas las decisiones pasen por las decisiones de mercado en favor de los contratistas y en favor de los grupos de interés privado que se mueven al rededor de EPM, alrededor de la empresa.
Ese es el objetivo principal de la veeduría. Algunos le han atribuido a la veeduría, también, el objetivo de provocar una revocatoria del alcalde. Particularmente no creo pues que a corto plazo planteen una revocatoria del alcalde, pero no es de descartar que en el mediano plazo, digamos, haya una evolución tal de la Procuraduría que lleve incluso a plantear la posibilidad de esa revocatoria.
Pero en definitiva, de lo que se trata es de que el GEA a través de la Procuraduría mantendrá el objetivo en la mira de volver a recuperar las posiciones que ha perdido; digamos, en este primer tiempo de la crisis, ellos van a tratar de volver a recuperar sus posiciones dentro de la empresa y para eso utilizarán a la veeduría recién creada”.
- Ventaja y desventaja de la fuerza que necesitamos construir
“Quiero hacer unos énfasis. La fuerza que necesitamos construir para enfrentar la situación del proceso de privatización de EPM tiene que ser una fuerza muy amplia, donde quepamos todos los ciudadanos interesados en defender ese patrimonio, incluidos miembros de la administración y de administraciones anteriores que sean sensibles al problema, y que entiendan la importancia de EPM como un patrimonio constitutivo fundamental de la ciudad de Medellín.
Para ese propósito de construir una fuerza tan amplia, tenemos, diría yo, una ventaja y una desventaja.
La ventaja que tenemos es que el suministro de servicios públicos mediante la actividad de EPM cruza la cotidianidad de todos los ciudadanos. Todos, querámoslo o no, accedemos a los servicios de EP y a todos mensualmente, religiosamente, nos tiran por la puerta el papelito verde y blanco para ir a pagar la cuenta de servicios que nos corresponde. Entonces, tenemos esa ventaja, de que EPM tiene un cubrimiento universal y potencialmente somos muchos los ciudadanos que estaríamos en disponibilidad de defenderla.
La desventaja que tenemos, es el hecho de que no estamos frente a una exoprivatización sino frente a fenómenos de endoprivatización, que son difíciles de identificar por los ciudadanos del común; en consecuencia creo que necesitamos un trabajo de pedagogía muy intenso para hacerle entender a cada ciudadano, cuál es el problema, de qué se trata, cuál es la contradicción principal y para hacerle entender que defendiendo a EPM, estamos defendiendo no únicamente el presente de Medellín sino también el futuro, valga decir, que estamos defendiendo a las próximas generaciones de medellinenses.
A partir de esa fuerza que nosotros necesitamos construir, necesitamos también convertirnos en presión y en control frente a los organismos de control de este país. Los organismos de control han sido tímidos frente a este descalabro financiero, social, ecológico y humanitario que se ha llamado Hidroituango y EPM.
La Contraloría ha dado algunos pasos, creo que todos conocimos el informe especial que realizó en noviembre del año pasado 2019, en el cual plantea unos hallazgos muy importantes y señala con nombre propio a unos posibles responsables de la debacle financiera y fiscal de EPM. Entonces, tenemos que exigir que esas investigaciones, que esos procesos disciplinarios y penales avancen, y eso requiere de la fuerza ciudadana que nosotros debemos empezar a impulsar.
Nosotros necesitamos que EPM se dote de una nueva cultura empresarial y para ello hay que revisar de pies a cabeza, desde la primera letra hasta a última, los documentos que hacen parte de la dirección corporativa de EPM, particularmente los documentos que han sido de producción interna.
Entre otras cosas, deben aprobarse por acuerdo del Concejo de Medellín. Eso quiere decir que los documentos de cultura empresarial también deben ser sometidos a un control ciudadano, al control político por lo menos que se hace desde el Concejo de Medellín, y en ese sentido deben dejar de ser documentos meramente internos para convertirse en acuerdos del Concejo.
Creo que esas son, digamos, las tres características de la fuerza ciudadana que nosotros debemos construir, para llegar a ese corte de cuentas, que debe entenderse no únicamente como un corte de cuentas en el sentido económico, sino también como un corte de cuentas para parar el proceso de privatización y, finalmente, entregarle el control de la empresa a sus legítimos propietarios, que somos los ciudadanos de esta bella villa, muchas gracias”.
- Respuesta a la pregunta del público acerca del gobierno corporativo
“El GC alude a la totalidad de la empresa, o sea, es una cultura empresarial que cruza todas las actuaciones de la empresa desde la gerencia hasta el empleado más humilde. Y no únicamente la empresa matriz, sino también todas las empresas filiales y las empresas subordinadas. Es decir, el GC de EPM es el gobierno corporativo de todo el grupo EPM.
En el caso concreto de EPM, el C se compone de once documentos. De ellos, cuatro son documentos externos, acuerdos del Concejo de Medellín. Que son los dos acuerdos fundacionales de la empresa y los dos a través de los cuales se aprobaron los estatutos de EPM.
Los otros siete documentos que hacen parte de la dirección corporativa, son de cosecha interna, es decir, son documentos internos elaborados por la propia empresa. Son de la cosecha de sus gerentes y sus altos directivos. De esos 7 algunos son simplemente reglamentos. Por ejemplo, el reglamento interno de la Junta Directiva, el de los Comités de Juntas Directivas, el de Comités de apoyo de la gerencia, en fin, son unos documentos simplemente reglamentarios.
Ahora les decía que hay un documento fundamental, el documento realmente de carácter político, el que establece el verdadero equilibrio entre el municipio y la empresa, ese es el documento que se denomina Convenio de Gobernabilidad.
Pero me faltó decir también que en el documento CG se establecen unas obligaciones para la empresa, obligaciones de la empresa con el municipio, que por regla general la empresa no cumple. Les voy a leer simplemente una, la que encabeza, dice: “´EPM se compromete con el municipio de Medellín a realizar una gestión eficiente y productiva de sus activos, basada en criterios técnicos, y que se reflejará anualmente en unos resultados mínimos esperados de EVIDGA, rentabilidad patrimonial y otros indicadores financieros”.
Precisamente el peligro de quiebra en que se encuentra hoy la empresa, no es otra cosa que la violación de este compromiso frente al municipio de Medellín. La empresa igualmente adquirió otros compromisos con Medellín; por ejemplo, en materia de derechos humanos, en materia de normas laborales, en materia del medio ambiente, en materia de lucha contra la corrupción, la empresa está obligada a adoptar unos códigos que, digamos, la comprometen en su relación con el municipio.
Uno podría decir que el Gobierno Corporativo, la aplicación de los principios de este, lo que ha producido al interior de la empresa es una serie de resultados nefastos sobre todo en los últimos 15 años.
Uno, el incumplimiento de los alcaldes en su rol de representantes de los ciudadanos ante las juntas directivas. ¿Qué quiere decir? Que los alcaldes le han dado el visto bueno a todo el proceso de privatización, a todos los procesos de contratación, al no cobro de las responsabilidades a los contratistas cuando éstos son responsables de los malos resultados financieros de la empresa.
Es decir, lo que está ocurriendo ahora o lo que iba a ocurrir, era que la Junta Directiva se iba a hacer la de las “gafas” vista gorda con las responsabilidades de los contratistas que han ocasionado la quiebra de Hidroituango; o sea, eso que iba a ocurrir ya ha venido ocurriendo frente a otros proyectos y otros desastres financieros, aunque menos costosos, pero igualmente significativos, como el de Hidroituango.
Dos, un resultado del GC ha sido la connivencia entre la alcaldía y los agentes privados para desarrollar una contratación amañada, en favor de los segundos, en favor de los contratistas.
Tres, la ausencia de compromiso con el medio ambiente y los patrimonios naturales, los ecosistemas, y los bienes naturales de las comunidades en las cuales actúa EPM. Particularmente el proyecto de Hidroituango.
En general, uno podría hablar de un manejo corrupto de los recursos públicos, principalmente a través de la contratación”.
Nota. Campo Elías Galindo fue brutalmente asesinado el 1 de octubre de 2020 en su residencia en Medellín, Colombia, así como han sido exterminados miles de líderes sociales y defensores de DD.HH. Hacía parte de diferentes procesos y organizaciones políticas, entre ellas Colombia Humana. Fue fundador del Frente Amplio por la Paz, apoyó y participó del movimiento en favor del acuerdo de paz entre las FARC-EP y el gobierno de Juan Manuel Santos (2014-2018). Contribuyó a la organización y aportó a los debate sobre ciudad y hábitat (Medellín), en el Foro Social Urbano Alternativo y Popular que se realizó en la Universidad de Antioquia en el año 2014.
Una forma de detener el asesinato sistemático de líderes sociales en el país es multiplicar el ejemplo de ellos y ellas hasta convertirnos en una fuerza social y política suficientemente contundente, para arrancar de raíz la peste gobernante que se ha aferrado al poder a costa del exterminio de nuestros hermanos y hermanas.