Los hechos ocurrieron en Jericó, Antioquia, epicentro del proyecto Quebradona, que pretende explotar cobre y cuya licencia ambiental fue archivada por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
El día 28 de noviembre la comunidad de la vereda Vallecitos del municipio de Jericó, Antioquia, despertó con la instalación de una plataforma de exploración minera en su territorio. Pero no, nunca hubo empleados que abiertamente se identificaran como parte de la AngloGold Ashanti. Según indicó la comunidad, las personas que trabajaban en la instalación no estaban uniformados, todo se hizo de forma secreta.
Desde ese día las organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos y ambientalistas se han manifestado para detener la irregular plataforma instalada por AngloGold. Norman Correa, trabajador social y defensor del territorio, señaló en su cuenta de Twitter que la multinacional utiliza “todas las formas de lucha. Pagan plublirreportajes en grandes medios, regalan uniformes, cuadernos, mercados y tapabocas y sí para minar el territorio les toca camuflarse, mentir y decir que van a coger café, lo hacen”.
El viernes 2 de diciembre la comunidad decidió desmontar por su cuenta la plataforma, después de solicitar a las autoridades del Gobierno nacional la intervención inmediata y condensar en un pliego de 4 puntos sus exigencias inmediatas a la multinacional: El retiro inmediato del personal de la AngloGold del corregimiento de Palocabildo, el cese de las actividades de propaganda de la multinacional minera en las instituciones educativas del municipio y finalmente la mediación de los ministerios de Minas y Ambiente, además de la Defensoría del Pueblo en los conflictos sobre minería.
Contexto
En julio de este año el obispo de Jericó, Noel Londoño, había advertido que la multinacional minera (vale la pena recordar que fue nominada como la peor empresa en materia de derechos humanos del mundo), había entrado al territorio con mentiras:
“La empresa entró mintiendo, diciendo que venía a mirar las montañas y a sugerir cultivos. Todo el proceso lo ha llevado bajo cuerda. Nunca ha habido una socialización clara con la gente. Nunca ha habido un acta y una reunión seria. Ellos reúnen a sus obreros y les explican, les hacen firmar y consideran que eso es un acta. Pero eso no funciona así. Ha habido mañas y mentiras; dan limosnitas, camisetas de ciclismo a los niños. En los últimos años la empresa le pasa dinero mensualmente a la alcaldía”, señaló en entrevista para El Espectador.
La ANLA ratificó en mayo pasado su decisión de archivar el trámite de una licencia ambiental solicitada por la AngloGold Ashanti, decisión que había tomado en 2021 por las irregularidades encontradas en la solicitud entre las que se encuentran la omisión de información para minimizar los riesgos y amenazas de derrumbes y otras consecuencias que generarían los grandes movimientos de tierra de su proyecto minero Quebradona. Además, alteró la ecuación costo-beneficio a su favor al minimizar las afectaciones al agua, la biodiversidad, y las vocaciones agrícolas y turísticas del Suroeste.