Hablar sobre los campesinos en Colombia es conocer un poco el terreno en que se mueven y las confrontaciones que tienen que vivir día a día con elementos institucionales y no institucionales.
Una población cuya afectación ha sido tanta, que han tenido que soportar los embates de la violencia, el desplazamiento y las singularidades del clima, cuyos efectos son negativos en ciertas latitudes de nuestro país. Aun así, este grupo se convierten en el de mayor importancia al estar en la primera fase o escala del sector económico (primario) y asegurar una sostenibilidad alimentaria la nación.
Para nadie es un secreto que uno de los problemas de este país es el desarrollo de la agricultura y la tecnificación de los procesos en el campo. Si se hiciera efectivo las acciones del gobierno de reformar el campo, el crecimiento de la producción agrícola seria significativa, logrando no solo satisfacer el consumo del mercado interno, también reforzar las exportaciones a mercados internacionales. El aguacate Hass, entre otros productos agrícolas, es la muestra fehaciente que podemos obtener grandes ganancias de los productos del campo, siendo este fundamental para la inversión.
En algunas zonas del país, los campesinos tienen una fuerte dificultad para poder sacar su producción a los mercados locales. Es más, el coste del traslado suele ser mayor al que van a recibir por la venta de la carga. Esto genera pérdidas colosales al campesinado que poco a poco ve con ojos de desesperanza esta labor. Es por esta razón la necesidad de construir vías alternas que permitan la circulación de las zonas de producción agrícolas con los centros de comercialización.
Por otra parte, la mayor parte de la población campesina próximamente entrara en una época de envejecimiento. La revista Dejusticia manifiesta estos datos sacados del Dane: “La población mayor a 65 años que se auto reconoce como campesina es del 36.7%, en el rango de los 41 a los 64 años está el 34.3%, entre los 26 y los 40 años el 31% y los más jóvenes (de 18 a 25) son el 24.5%.”. Podemos decir que la población campesina está siendo afectada por lo inexorable del tiempo. Para ello, se debe realizar políticas económicas que incentiven el trabajo en el campo y garanticen una sustentabilidad de las familias.
En conclusión, debemos garantizar el buen funcionamiento del campo y el bienestar de todos aquellos que se encargan de producir todo lo necesario para que los hogares citadinos puedan tener los productos básicos de la canasta familiar. Además, es necesario que las acciones del gobierno sean eficaces para el desarrollo técnico de la agricultura y la masificación de la producción.
Fuente: https://www.dejusticia.org/colombia-tiene-la-primera-radiografia-de-su-poblacion-campesina/
