Creo que es un momento en el que el país debe fraternizar y no entrar en contiendas, sean cualesquiera que sean los resultados del próximo domingo. Nos falta darnos cuenta de que hace 400 años en cada pueblo del Nuevo Reino de Granada, siendo parte del virreinato del Perú, había 11 o 12 capitanes conquistadores, es decir, 11 o 12 familias, y por esa endogamia, de ahí venimos todos, seamos pobres o ricos, rodolfistas o petristas. El fin debería ser cuidarnos entre todos, cuidar a Colombia, y no hacer un fratricidio por desconocer la historia.
En inglés, sibilings significa hermanos, pero sibilin (sin la g) traduce sibilino. La RAE define Sibilino en español como misterioso y otros diccionarios como aquello que nos es desconocido. Parece que la acepción que venimos asumiendo desde siempre es esta última, como la asumieron en la leyenda, historia o mito Caín y Abel.
En un libro llamado La filosofía del desatrrollo moral (1987) Laurence Kohlberg decía que los seres humanos que componen las sociedades vivimos en tres estados del Desarrollo Moral: 1° El Preconvencional (que es el de la barbarie, estado anterior a todo contrato social, donde se da la ley del más fuerte, predominando la brutalidad física de sociópatas y psicópatas que se refinará más tarde con las leyes, el desarrollo económico, la política y las Corporaciones); 2° El estado Convencional (que es el estado donde respetamos el contrato social o Constitución, pero por temor a la sanción; y la ley algo iguala los poderes entre la fuerza bruta y la fragilidad); y 3°, el Posconvencional (donde hacemos lo que debemos hacer, no por miedo, sino por empatía y no hay lugar a psicópatas en este tipo de sociedades). Así pues, no se puede buscar un cambio bueno por malos medios, pues los medios son fines en sí mismos según Krishnamurti.
Para refrescar un poco la situación del país, quisiera decirle a los votantes que cambiemos la violencia por el humor hasta donde se pueda, o hasta que se demuestre lo contrario a propósito de que las conquistas sociales -o las conquistas del espíritu, si se quiere-, no pueden lograrse de una forma diferente a la violencia. Miremos a Gandhi en la India, aunque ni Rodolfo ni Petro sean nada parecido… Y es que esperamos demasiado de nuestros mejores hombres, y falta aún cultivo, en la sociedad, y en ellos, que la representan.
Esta columna es para hacer un llamado a la sensibilidad y a la empatía por nuestros hermanos colombianos. Y recordarle al candidato Hernández que hay que ser más culto como para ser grosero; como al candidato Petro, que los colombianos tampoco estamos para cumplir la tesis de bolívar de ser una enorme milicia al servicio de un caudillo, por buenos que sean sus propósitos.
Aquí plasmo, con mi frágil memoria familiar, algunos ejemplos del humor político en diferentes etapas de nuestra República, en el siglo XIX, en el siglo XX, terminando con los memes de la actual campaña presidencial (siglo XXI), formas visuales que pueden haber reemplazado en buena medida el chascarrillo, el apunte rápido, el calambur de los siglos precedentes, con igual inteligencia y finura:
HUMOR DE NUESTROS POLÍTICOS EN EL SIGLO XIX
I JULIO EL SOBRINO Y SUS DESMANES.
Llegó una comitiva ante el general Tomás Cipriano de Mosquera para informarle:
-Excelentísimo gran general Mosquera: su sobrino Julio Arboleda, el poeta, ha cometido terribles y crueles desmanes contra inocentes. Ha hecho justicia por mano propia, ha echado por tierra según su propia conveniencia y criterio las leyes de la República, condenó a muerte sus enemigos sin previa sentencia judicial-. El general Mosquera respondió:
“Ese Julio no parece sobrino mío… ¡Sino un hijo!”. La comitiva ante eso se desarmó.
II MOSQUERA ANTE LA MUERTE DE JOSÉ HILARIO LÓPEZ.
“General Mosquera, le informamos que el general José Hilario López, su homólogo presidente payanés y prócer de la Independencia, acaba de fallecer en Campoalegre”. Mosquera preguntó a si López se había confesado. Le dijeron que no. “Ah, ese López…¡Pendejo hasta para morirse!”.
III EL NAUFRAGIO DEL GENERAL LIBORIO.
El hermano de la segunda esposa del presidente José Hilario López, don Liborio Durán Borrero abordó un champán para reunirse con su cuñado en la convención de Rionegro. Cruzó parte del país a través del río Magdalena. La embarcación empezó a tambalear y el general Durán que era un célebre masón y ateo empezó a rezar de rodillas, al cielo. Sabía del arte de Sun Tzu y conocía el código napoleónico, las constituciones republicanas, pero el primogénito del prócer independentista don Pero Félix Durán, no sabía nadar... Empezó a ahogarse y el boga tras llevarlo a nado hasta la playa lo confrontó:
—Ay, general usted haciendo ruegos… ¿Luego, no era masón y ateo?
—Sí, que soy masón y ateo, pendejo: ¡pero de tierra firme!
HUMOR DE NUESTROS POLÍTICOS EN EL SIGLO XX
I – LA ACERA
Se dice que Laureano Gómez, llamado por unos “El Hombre Tempestad”, por sus adversarios liberales como “El Basilisco” pero recordado como “El Monstruo”, un político conservador, quizá tan importante como Uribe en su época, no tenía mucho afecto por su homólogo presidente Marco Fidel Suárez, humilde hijo no matrimonial de una lavandera; y que una vez, el destino los llevó a que se encontraran caminando frente a frente en una estrecha acera bogotana, lo que obligaba a que uno de los dos se bajara de esta y le diera paso al otro.
Laureano le dijo con deprecio:
—Yo no le doy la acera a hijueputas—. A lo que Suárez respondió bajándose de esta con suma finura:
—Yo en cambio sí. Adelante, doctor, continúe.
II – LA DESCENDENCIA.
Se cuenta que el poeta Guillermo Valencia Castillo, padre del presidente Guillermo León Valencia Muñoz, se encontraba antes de la plenaria del Senado dialogando con otros parlamentarios. Un parlamentario enemigo suyo, llegó vociferando:
—¡Ah, ya empezó este Valencia a hablar de sus ancestros, del conde de Casa Valencia y de toda su prosapia ilustrísima, qué jartera tanto esnobismo en boca de un pretendido republicano! Bueno, quiero decirle que yo también desciendo de gentes nobles y notables de la primera plana mayor de España—A lo que Valencia replicó con naturalidad:
—Hummm…Pero has descendido muchísimo.
III - RELACIONES ENTRE DOS SENADORES LIBERALES DEL HUILA.
Un periodista arribó un día al senado para hacer una entrevista a Jaime Ucrós García, senador fundador del MRL (Movimiento Revolucionario Liberal) por el Huila, fino en sus destellos humorísticos, pero no pocas veces procaz. El entrevistador le preguntó sobre su relación con el también parlamentario Alberto Galindo, liberal del Huila, pero oficialista.
“Senador Ucrós —le preguntó—, son Galindo y usted dos parlamentarios del Huila, liberales, pero con ideas a veces opuestas. ¿Ustedes se tratan?”.
A lo que Ucrós respondió:
—Sí...— respondió con una naturalidad grave y hasta solemne —¡Nos tratamos de hijueputas!
La entrevista ahí terminó.
CAMPAÑA PETRO-HERNÁNDEZ
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