Antes de la irrupción de las redes sociales y la democracia digital un joven Camilo Romero posicionó un recordado movimiento ciudadano que marcó un punto de inflexión en la política nacional. Con el retador nombre de Tienen Huevo, el entonces periodista y un destacado grupo de jóvenes activistas crearon una novedosa plataforma ciudadana de inconformes que retó con irreverencia a los representantes más reconocidos de la política tradicional. Las acciones de Tienen Huevo fueron muy conocidas en el país (especialmente en las grandes ciudades) durante el segundo gobierno Uribe y sirvieron de inspiración para la creación de movimientos similares como el recordado Partido del Tomate que lideró Daniel Quintero en Medellín. Del activismo ciudadano Romero pasó al juego electoral y en 2010 llegó al Senado como la cuarta votación del Polo.
Siendo el senador más joven, Romero continúo promoviendo acciones irreverentes y ciudadanas que lo siguieron proyectaron a nivel nacional; por ejemplo, al llegar al capitolio tumbó las paredes de su oficina, puso puertas de vidrio e instaló cámaras con transmisión las 24 horas; también lideró un recordado referendo para la revocatoria del Congreso (alcanzó a reunir 1.326.944 firmas); y, en 2014 saltó del Polo a la Alianza Verde como precandidato presidencial y en la primera consulta abierta de los verdes alcanzó más de 700.00 votos. Su pasó por el Congreso sin duda lo visibilizó como un referente dentro de una generación de jóvenes líderes y demostró su habilidad para equilibrar dos perfiles: el del activista ciudadano y el dirigente político. Del Congreso pasó a la gobernación de Nariño donde volvió realidad su idea de gobierno abierto e implementó importantes políticas medioambientales.
Ahora, el exsenador y exgobernador se encuentra liderando una cruzada ciudadana para concertar un consenso que derrote a las viejas lógicas del poder y así “reiniciar Colombia” en el 2022. Aunque todavía no es medido por encuestas de intención de voto, su actividad en redes sociales es intensa y sus vídeos alcanzan millones de reproducciones; volviendo a sus raíces de activista ha promovido acciones simbólicas en contra de la seguidilla de masacres que en los últimos meses han sacudió el país; el uso del glifosato y la pretensión de Duque de llenar el país con pilotos de fracking. Dentro del verde es una de las apuestas más sólidas en la carrera presidencial y con la ventaja de encarnar un discurso crítico de centroizquierda que lo aleja de los extremos o el silencio indiferente de Fajardo.
Así va liderando su cruzada el activista que de un movimiento irreverente saltó al Congreso, luego pasó por la Gobernación de Nariño y ahora tiene su mirada puesta en la Casa de Nariño. Con el mensaje claro de convocar a la ciudadanía para reiniciar a Colombia en el 2022 y decirle por una vez más a la clase política tradicional ¡tienen huevo!