Daniel Noboa (35) autodefinido como socialdemócrata; percibido como de «centro derecha»; empresario descendiente de una de las mayores fortunas ecuatorianas, ex legislador y diplomado en EEUU, fue electo presidente de Ecuador para los próximos 15 meses, contados a partir de diciembre. Del 24% de los votos obtenidos en primera vuelta, Noboa, oriundo de Guayaquil, pasó al 52,1 % el domingo 15 de octubre, superando a la candidata del correísmo Luisa González (45) quien logró un 47, 9% de los votos, incrementado en 14 puntos porcentuales su resultado primario.
La alta participación electoral del 82 por ciento de los más de 13,4 millones de inscriptos, evidencia la aspiración democrática de la ciudanía que asistió a una de las campañas más violentas de su historia, con un candidato asesinado —Fernando Villavicencio— y precandidatos que lucían chalecos antibalas y casco en sus giras electorales y en instancias de votación.
En marzo de 2025, deberían celebrarse las elecciones nacionales del calendario normal alterado por la aplicación constitucional de la «muerte cruzada», decidida por el presidente Guillermo Lasso ante la amenaza de destitución impulsada por el correísmo que lo acusó de «peculado», sumado a la imposibilidad de completar su mandato, desde siempre jaqueado por falta de apoyo parlamentario.
El correísmo mantiene su presencia importante y en la Asamblea Nacional de 137 miembros, es la minoría mayor donde tendrá al menos 50 bancas del nuevo Parlamento, —además de las alcaldías de Quito y Guayaquil, las principales ciudades— aunque no le alcanza para obtener los cuórums decisivos, y exigirá que la coalición de Noboa —Acción Democrática Nacional— necesariamente deba consensuar iniciativas de legislación.
González, alfil del expresidente prófugo de la justicia ecuatoriana, Rafael Correa (2007-2017), adelantó que su partido apoyará en el Congreso «reformas legales para la seguridad, para salud, para educación (...) siempre y cuando no sea privatizar» recursos.
De hecho, la etapa partidaria que se inicia es un tránsito hacia las elecciones del 2025 en que Noboa y González serán los principales, no únicos, competidores.
Los desafíos para el presidente electo son muy serios. De ser un país pacífico, Ecuador pasó en pocos años a constituirse en un punto neurálgico del narcotráfico internacional en el envío de droga hacia Europa y EEUU. La administración Lasso atribuyó a ello el incremento de los homicidios que se ubican en 25,32 por cada 100.000 habitantes; y expertos sostienen que podría trepar a un 40 por ciento a fin de año. La pobreza alcanza un 27% y desempleo mas subempleo llega al 26% de la PEA.
Presidentes de la izquierda latinoamericana, Gustavo Petro (Colombia), Lula (Brasil), Andrés Manuel López Obrador (México) y Alberto Fernández (Argentina), enviaron sus felicitaciones a Noboa.
La vicepresidenta electa, Verónica Abad, —se autodefine como derechista liberal y se autodenomina provida— adelantó que «el primer paso es una consulta popular» a ser convocada en los primeros cinco días de gobernó que busca «recuperar la institucionalidad», endurecer penas e introducir jueces sin rostro y jurados independientes.
También Noboa prevé militarizar las fronteras y trasladar a los reclusos más violentos a barcos-cáceles. Desde el 2021 se registraron siete masacres carcelarias generadas por enfrentamientos de pandillas donde fueron cruelmente asesinados 430 o 450 reclusos, según diferentes fuentes.
Contra reloj en Barbados.
El martes 17/10, el chavismo y la oposición venezolana (Plataforma Unitaria de Venezuela) reanudaban en Bridgetown, con el auspicio de Noruega, el accidentado dialogo iniciado en 2021, al que se agregan las presiones de la administración Biden hacia el gobierno de Miraflores, para que las elecciones internas del domingo 22 de octubre, de donde surgiría el candidato opositor a Nicolás Maduro, se realicen sin inhabilitaciones ni violaciones a los derechos humanos.
El chavismo pretende el desbloqueo de 3.000 millones de dólares de fondos venezolanos en el exterior del país caribeño, la disminución de sanciones y obtención de concesiones petroleras. Las elecciones presidenciales venezolanas están previstas para 2024, sin fecha aún, y en ellas competiría Maduro con quien resulte ganador en las internas de la oposición. La ex legisladora y persistente opositora María Corina Machado (56) es quien aparece como favorita en las encuestas para enfrentar al chavismo en las urnas.