Este fue uno de los mensajes más relevantes que se pronunció durante la Plenaria de cierre de la Conferencia Mundial de Clima (conocida como COP21) que se llevó a cabo durante las últimas dos semanas en París, y a la cual tuve el honor de asistir. La encargada de enviar este mensaje y de pronunciar el discurso a nombre de los jóvenes durante esta plenaria fue Raquel Rosenberg, de Brasil, quien es coordinadora general de Engajamundo y representante de YOUNGO (Órgano oficial de la juventud ante la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU).
Este mensaje tiene para mí un significado trascendental porque representa la esperanza de que en un futuro no solo seamos capaces de enfrentar el cambio climático (que para mí significa luchar, pero sufriendo las consecuencias) o afrontar el cambio climático (que para mí significa responder eficazmente sin sufrir tanto las consecuencias), sino que hayamos resuelto de raíz un problema global. El cambio climático es una problemática global que anualmente cobra miles de víctimas especialmente en los países en vías de desarrollo y en las pequeñas islas, que no tienen la infraestructura ni la capacidad económica y logística para responder a catástrofes relacionadas a este fenómeno como las inundaciones, las sequías o los altos niveles de contaminación.
Por eso, durante estas últimas semanas se ha hablado por diferentes medios de comunicación sobre el gran acuerdo climático que se firmaría en París y posiblemente en muchos rincones del mundo las personas del común comenzaron a hablar sobre el tema e incluso a discutir sobre el mismo. Y es que no es un tema nuevo, sino que ya hace más de 20 años que se llevan a cabo este tipo de conferencias mundiales llamadas “COP”, muestra de ello es que la de este año es la número 21 (COP21). Esta conferencia planteaba un camino para que muchos países del mundo acordarán trabajar conjuntamente para responder a los desafíos del cambio climático y se puede decir que ¡hoy el mundo está finalmente caminando hacia una solución, pero el trabajo apenas comienza!. Si bien es cierto, el documento que firmaron los representantes de los países asistentes representa un gran avance,el acuerdo es sólo un papel que fija unas directrices y plantea unos compromisos que deben cumplir los gobiernos, pero los verdaderos cambios los harán las personas del común. Esto quiere decir que ¡la decisión de nuestro futuro no está en las manos de unos pocos, sino en las manos de todos!
Les puedo decir que estando en París, no sólo adentro de la conferencia se hacía un arduo trabajo, sino también afuera. Las calles de París y diferentes escenarios alternos a la COP21 se llenaron de personas que acudían al llamado por la justicia climática, desde un gran mensaje por 100 % energías renovablesformado por personas que se reunieron al lado de la Torre Eiffel, pasando por espacios como el Espacio Generaciones del clima, la Zona de Acción Climática (ZAC) o la Aldea Global Alternativas, hasta la representación simbólica de una marcha por el clima hecha con miles de zapatos en una plaza de París, son sólo una muestra del poder de la sociedad civil y de la capacidad de unirnos por el objetivo común de un mundo mejor para vivir y soñar.
En este punto, retomo lo mencionado por la Agencia Joven de Noticias de la cual hice parte, cuando indica “(…) además de las negociaciones sobre el nuevo documento adoptado en París, la importancia de este momento es el camino tomado por la sociedad civil en general, y la sociedad civil organizada en particular, hacia un futuro más justo, equilibrado y respetuoso para el planeta, donde vivimos”.
*Escrito realizado en torno al trabajo con la Agencia Joven de Noticias (proyecto juvenil de periodismo colaborativo) delegación presente en la COP21.