Históricamente en nuestro país el tema de la educación y su calidad ha sido objeto de discusiones tanto el estado, los docentes, los padres de familia y sus estudiantes. Por ende escribiré esta columna sobre este tema que tiene muy polarizada a la sociedad colombiana.
En primer lugar el problema educativo del país viene desde mucho tiempo atrás específicamente desde los años 40 cuando la violencia bipartidista estaba en su auge, en esa época se intentó realizar una revolución cultural y educativa por lo cual no se pudo llegar a feliz término ya que en esa época la ideología conservadora no permitió las propuestas innovadoras para cambiar un modelo pedagógico tradicional por un modelo alternativo.
Pasando los años la educación colombiana siempre ha tenido muchas debilidades a nivel de gestión y falta de voluntad política, económica y social. De ahí surge la pregunta ¿Cuál es la solución al problema de la calidad educativa? Es una respuesta muy compleja ya que todos los actores se ven involucrados con diferentes posturas unas mercantilistas y otras sociales. Partiendo de esta teoría hay gran choque de ideologías. Por ende la primera solución al problema educativo colombiano es tener voluntad de dialogo entre el estado, los docentes, los padres de familia y sus estudiantes.
Otra de las soluciones al problema educativo es que el estado reconozca que ha hecho malas gestiones y tome medidas concretas para solucionar un problema que es de fondo, no improvisar, Reconocer los errores, no es posible que a estas alturas de la vida el gobierno se haga el de la vista gorda e improvise con la formación académica y humana de la persona. Lo que se debe hacer es volver a replantear el modelo de gestión y modelos pedagógicos que estamos aplicando. Porque en ultimas ¿Quiénes son los más perjudicados con esta problemática? Pues la sociedad colombiana no puede tolerar que haya un gobierno y sobre todo un ministro(a) inepto (a). En la cual utilice la educación como su herramienta política personal.
Otra de las soluciones es que algunos docentes reconozcan sus errores y dejen la actitud arrogante y prepotente a la hora de impartir una cátedra en el cual el estudiante pueda opinar y descubrir su conocimiento, sé que es difícil trabajar en estas condiciones de 45 estudiantes en cada salón es complicado, pero debemos ser imparciales y dejar los sectarismos y trabajar en conjunto con los padres de familia para fortalecer más la calidad educativa con propuestas innovadoras en el cual el docente pueda impartir su clase en mejores condiciones.
Por último los padres de familia debemos ponernos en la mano en el corazón y no echarle la culpa al profesor ya que el docente trata de realizar su clase en las malas condiciones en el cual está la calidad y tienen un deber y es educar a sus hijos en la casa con valores humanos si no hay esa educación por parte de los padres estamos fritos. “La excelencia educativa se logra con buena gestión y voluntad de lo contrario nadie nos salvara” (Ibáñez, 2015).